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07 de mayo de 2024

HorizonteRamón Pérez-Maura

La ministra de Infancia y el secuestro y asesinato de niños

Considerando la actitud de la señora Abed hacia los niños ucranianos y los niños israelíes, doy gracias a Dios por no tener ya hijos que puedan caer bajo su influencia. A saber qué les va a inculcar esta mujer

Actualizada 01:30

Una de las ocurrencias más singulares del nuevo Gobierno sanchista es la creación de un Ministerio de Juventud e Infancia. La primera razón por la que esto es sorprendente es porque en España hay un Ministerio de Educación que primordialmente está dirigida a la infancia y la juventud. Y el único que puede tener alguna competencia sobre los niños en nombre del Estado. ¿A qué se va a dedicar el nuevo Ministerio? ¿De qué otras cosas, aparte de la política que marcará la educación de los niños, debe ocuparse el Gobierno en relación con nuestros hijos? A mí lo único que me sugiere la aparición de este Ministerio es que va a ser un instrumento para adoctrinar a los jóvenes, exactamente igual que se hace en los regímenes totalitarios.
Y para tan relevante ministerio se ha nombrado a una comunista, Sira Abed Rego. La señora Abed era hasta ahora miembro del Parlamento Europeo y allí se guarda recuerdo de su paso por la Cámara. No sé si tendrán ustedes en la memoria que el pasado septiembre la Eurocámara sometió a votación la condena a Rusia por haber secuestrado a unos 2.000 niños ucranianos que por supuesto no han sido devueltos. Pues ojo al dato: la ministra de Juventud e Infancia no condenó el secuestro de los niños. ¿En esas manos vamos a poner a la juventud española? ¿No tienen los niños ucranianos derecho a volver con sus familias? ¿A quién va a defender la ministra de Juventud e Infancia? ¿A los niños o a Putin?
El historial de la señora Abed en el Parlamento Europeo da para hacer todo un recital del disparate político, pero me limitaré a mencionar dos ejemplos más. La cámara europea suma en estos momentos 705 miembros. Pues de todos ellos, sólo hubo 21 que votaron en contra de condenar la masacre de 1.400 israelíes perpetrada por terroristas de Hamas el 7 de octubre pasado. Uno de esos 21 fue Sira Abed Rego, que para apoyar a Hamás sí se enorgullece de su primer apellido, que en España borra. Y también lo hizo otro comunista español, el diplomático Ernest Urtasun. Los dos están ahora en el Consejo de Ministros del Reino de España. Y, por cierto, si la ministra de Juventud e Infancia no ha tenido ocasión de verlas, le puedo hacer llegar las imágenes de cómo sus amigos de Hamas decapitaban niños en un kibutz israelí. Considerando la actitud de la señora Abed hacia los niños ucranianos y los niños israelíes, doy gracias a Dios por no tener ya hijos que puedan caer bajo su influencia. A saber qué les va a inculcar esta mujer.
Si acaso habrá otro día en que vendrá más a cuento hablar de los derechos humanos y la interpretación que hace esta ministra. Porque también en el Parlamento Europeo está registrado su voto el 15 de septiembre de 2022. Ese día 16 eurodiputados, ni siquiera 21 como en el caso de Gaza, se negaron a condenar las violaciones de los derechos humanos perpetradas por el dictador comunista nicaragüense Daniel Ortega y ejemplificadas en la detención y condena a 26 años de cárcel al obispo Rolando José Álvarez Lagos.
Esperemos que entre los valores que inculque desde su ministerio Sira Abed Rego a los jóvenes no se encuentre su propia interpretación de lo que son los Derechos Humanos. Dios no lo quiera.
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