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López 2 y otros genios

López 2 es un tipo tan inseguro como servil. Ha dado galácticos saltos en el aire. Apoyó a Patxi, López 1, contra Sánchez, y ahora, como Patxi, se hace perdonar desde la indignidad

Actualizada 01:30

López 1 es el inefable Patxi y ahora Sánchez coloca en órbita a López 2, Óscar el perdedor. El «puto amo» (Puente dixit) no ha tenido que buscar mucho. Lo tenía a huevo. Le colocó al frente de los Paradores y produjo un caos y antes había sido candidato socialista en Castilla y León y cosechó la mayor derrota de que se tenía noticia. Un genio. Fiel a su jefe llega mintiendo. Aseguró que su política eludiría insultos, y en su presentación como candidato a presidir el sanchismo en Madrid en 26 minutos citó 14 veces a Ayuso para insultarla, y no sé cuántas veces al PP para lo mismo. A poco más de dos minutos por insulto.

López 2 es otro cadáver político que se apuntará Ayuso. Entre sus muchas víctimas, por las que le debemos gratitud, se cuenta Pablo Iglesias que llegó de gallito superguay y sietemachos a unas elecciones con un «aquí estoy yo» y salió trasquilado. Ahora se sumará López 2, si al final le presentan. No se le conoce más trabajo que la política, y permanentemente al servicio del jefe. Se hizo famoso por olvidar en campaña uno de sus «argumentos de peso», y eran tres. Dudó y al final se le fue la olla. López 2 es un tipo tan inseguro como servil. Ha dado galácticos saltos en el aire. Apoyó a Patxi, López 1, contra Sánchez, y ahora, como Patxi, se hace perdonar desde la indignidad.

Lo de López 2 es una anécdota, pero no es anecdótica la forma de desgobierno de Sánchez. Seguí los acuerdos del último Consejo de Ministros. Entre los nombramientos Álvaro Albacete, como embajador en Venezuela. Nunca había sido embajador y su biografía diplomática es menor. Llega a una embajada importante, en un momento delicado, desde la jefatura del Gabinete del ministro Urtasun, de Sumar. Maduro estará encantado.

En la reincidencia del sanchismo de gobernar por Real Decreto, se produjeron catorce, nada menos. Entre ellos varios sobre subvenciones y ayudas que, dada la situación, habría que mirar con lupa. Destacan varias subvenciones «por razones de interés público para entidades, asociaciones y fundaciones» para promoción fomento y divulgación de la llamada memoria democrática y «el reconocimiento moral a las víctimas de la Guerra de España y la dictadura». O sea, un camelo en beneficio de amiguetes. ¡A casi 90 años de la guerra! Y más subvenciones en otros ministerios como Economía, Sanidad y Transformación Digital. El Gobierno beneficia a sus sumisos sindicatos con 32 millones. Las marisquerías aplauden. Yoli, la ministra chulísima y sobona, premia a quienes no abren la boca (sólo para los mariscos) para denunciar las falsas cifras de paro y la falacia de los fijos discontinuos cuyo número no acabamos de conocer.

En paralelo a esta ristra de ayudas y subvenciones por Real Decreto, el ministro Ángel Víctor Torres, en un momento libre en sus visitas al pisito de Atocha para hacer o fortalecer amistades (si damos por bueno lo contado al juez por su tocayo Víctor Aldama), licitó una campaña «para divulgar la ley de Memoria Democrática, dirigida especialmente a la población entre 16 y 40 años». La empresa Linkemann Ventures, S.L fue la favorecida. Alguien mirará con lupa el proceso de selección.

Se dice que se trata de contribuir «a que las nuevas generaciones conozcan la verdad de nuestra reciente historia». Corrijamos: la verdad que proclama la ley, que es sólo de parte. Y que propiciará «medidas destinadas a evitar las violaciones de derechos humanos que se produjeron en este período de nuestra historia y conseguir que se eliminen cuantos símbolos, elementos o actos contrarios a la memoria democrática subsistan en la actualidad y coadyuva a la lucha contra toda forma de totalitarismo». Pero la ley sólo contempla las violaciones de derechos humanos por uno de los bandos en liza. Nada se objeta a lo ocurrido en la llamada zona roja, en las checas, o en masivos crímenes organizados, como en Paracuellos, entre tantos.

En cuanto a eliminar los símbolos coadyuvando «contra toda fórmula totalitaria» la ley es papel mojado. En 2019 una Resolución del Parlamento Europeo decidió sobre la importancia de la Memoria Democrática Europea y condenó «los horribles crímenes» del nacismo y el comunismo. Los socialistas europeos votaron a favor, Votó en contra el grupo de izquierda rancia en el que se integraba Podemos. Se prohibían los símbolos totalitarios, pero rara es la manifestación de radicales de izquierda en la que no aparecen banderas con hoces y martillos, la bandera de una vicepresidente del Gobierno y de algunos ministros. Torres se apunta a una hipocresía más. Otro genio.

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