La banda
Acaban de publicar un nuevo manifiesto. El mismo rollo de siempre y los mismos abajo firmantes. Los Bardem, Almodóvar, Miguel Ríos, Rosa Villacastín y mucha gente de «la cultura», como se denominan a ellos mismos
La banda de los analfabetos subvencionados repite manifiesto. Mucho cine español malo, mucho Almodóvar. Aparte de quedarse lo que pertenece a los demás, nada gusta más a un comunista que un manifiesto. Cuando usted vea aligerado por la calle a un tipo o una tipa con un gran bulto de papeles bajo el brazo, se trata de un comunista con manifiesto previo a la firma. Redactado y rubricado por los frescos habituales, no hace falta leerlo. Opinan de todo, y lo mismo piden mas dinero para una película que, posteriormente, no se expone o se estrena por un día, que muestran su preocupación por el bajo censo de lagartijas canarias, o convocan una manifestación a favor de la actividad de los proxenetas. Ellos forman la banda.
Acaban de publicar un nuevo manifiesto. El mismo rollo de siempre y los mismos abajo firmantes. Los Bardem, Almodóvar, Miguel Ríos, Rosa Villacastín y mucha gente de «la cultura», como se denominan a ellos mismos. Decía Katherine Hepburn, que los actores y actrices se limitaban a seguir y a interpretar un guión y que eso de cultura, no tiene nada. Se enfadaron mucho con ella, intentaron boicotear sus películas, y la defensa a ultranza de los actores cultos la sacó adelante. Davin Niven al recibir un guión: «He recibido un texto escrito en norteamericano. Cuando me lo traduzcan, decidiré si hago la película o sigo descansando».
Además de todo lo peor, pancarta, manifiesto y comunismo . Esa prosa turbia de vertedero, ese encadenamiento de tópicos y vulgarismos aburridísimos, esa falta de vergüenza para tapar sus intimidades, se han convertido en el obligado manifiesto a favor de Sánchez que no lee ni Sánchez. Todo el colectivo. No han aprendido todavía que la sociedad occidental, la que alimenta sus comidas y cenas y les compra los viajes en avión, ha tenido como principio de sus avances en derechos humanos y ciencias y creencias religiosas, gracias al individualismo. El colectivo es la misería, la miseria comunista. El individualismo puede ser un coche hortera, pero jamás será un autobús de línea abandonado por una avería.
-¿ Es la Bentley? Soy Herbert Mc Alistair. Mi Bentley se ha estropeado.
-Imposible, señor Mc Allitair. Puede suceder que no arranque, y vamos ahora mismo a su casa a subsanar el fallo, pero el Bentley nunca se estropea.
Con todas sus limitaciones, el cine español del franquismo y la transición era infinitamnte mejor que el de ahora. Y qué actores, y qué actrices. Casi todos ellos formados en los teatros, y rodando películas que no pasaban de moda porque son divertidísimas. Coll con motivo de un manifiesto, le concedió el honor a Tip de firmarlo.
-¿Quieres firmar el manifiesto?
-Y eso, ¿qué es?
Los chulos ignorantes sienten la brisa del miedo. Se creen que con manifestaciones que a nadie interesan pueden cambiar las tendencias políticas. En tal caso, habría que suprimir los regalos a los chulos y combatir el ELA, admitir las terapias totales contra el cáncer y que sea el Estado, no el gran Amancio Ortega, el encargado de llevarlo a cabo.
Por mí, que sigan firmando manifiestos y los chimpancés comiendo plátanos.
