Sigo estando con Israel
La guerrilla de Hamás, que es a quien la recoge imponiéndose por la fuerza bruta. De ahí se derivan las imágenes más desgarradoras que ningún ser humano puede contemplar con indiferencia. Una vez en manos de Hamas, primero alimenta a los suyos y después a quien les sea favorable. ¿Eso es ayuda humanitaria?
Hay artículos que escribes con la certeza de que te van a generar problemas. No tengo la menor duda de que este es uno de ellos. La guerra en Gaza ha tenido una deriva mediática que sin duda ha sido negativa para la víctima de la agresión terrorista que desató la guerra. Las imágenes de esta guerra, que tienen un coste de producción muy bajo porque todo sucede en un espacio mínimo, son devastadoras para el Estado de Israel. Pero no tanto por lo que cree verse, sino por la narrativa de los reporteros que casi sin excepción cuentan una media verdad que puede ser la mayor de las mentiras.
Hemos visto unas imágenes de hambre que conmueven a cualquiera. Hay alguna muy concreta que ha podido demostrarse que es totalmente mentira porque pese a ser en Gaza no son síntomas de hambre si no de una enfermedad degenerativa diferente.
Lo que estamos viendo en Gaza es una estrategia perfectamente diseñada. Israel no impide la entrada de ayuda. Lo que ha hecho es designar una agencia para que lo haga ya que hay pruebas irrefutables de que las actuaciones de la ONU en Gaza han sido canalizadas siempre por vía de Hamás. La inoperancia, por diferentes razones, de esa agencia, entre otras por los impedimentos que le pone Hamás ha sido total. Según informes de la ONU la mayoría de la ayuda humanitaria destinada a Gaza nunca llega a quienes la necesitan. El último dato es que entre el 19 de mayo y el 29 de julio, un 85 por ciento de los camiones que intentaron entrar en la franja de Gaza fueron asaltados, saqueados o interceptados por grupos armados, facciones y civiles desesperados. Esto significa que solo un mísero 15 por ciento de la ayuda pudo alcanzar a la población vulnerable. Es decir, según las agencias de la ONU en este momento se vive una crisis de proporciones catastróficas que no parece culpa de Israel. Pero eso no es lo que nos cuenta la mayoría de los medios. Así, para distribuir a los civiles nuestra ayuda, se ha optado por la entrega por aire, como lo hizo la Fuerza Aérea española el pasado viernes. Eso tiene como consecuencia que no se entregue a la población civil, el destinatario teórico, sino a la guerrilla de Hamás, que es quien la recoge imponiéndose por la fuerza bruta. De ahí se derivan las imágenes más desgarradoras que ningún ser humano puede contemplar con indiferencia. Una vez en manos de Hamás, primero alimenta a los suyos y después a quien les sea favorable. ¿Eso es ayuda humanitaria? ¿Eso es culpa de Israel? El Estado de Israel siempre ha sostenido que tras los ataques del 7 de octubre hay un objetivo único e irrenunciable: la derrota definitiva de Hamás. Pero a estas alturas parece que Hamás está ganando la batalla. A la iniciativa sin sentido de Sánchez y Napoleonchu de reconocer un Estado que no existe, empiezan a sumarse otros países occidentales como el Reino Unido y Francia, ambos en horas muy bajas con liderazgos de medio pelo.
En el pasado el respaldo de Hamás venía de países como Qatar, Irán o Turquía. Cualquiera sabe que el golpe militar que ha dado Israel a Irán ha sido de tal magnitud que, en este minuto, en Gaza, ni están ni se les espera. Y no tengo claro que para Qatar o Turquía Hamás sea una prioridad igual. Pero ahí se han puesto los nuestros y han conseguido que los restos de la izquierda occidental se alineen con los terroristas de Hamás que son la única razón por la que este conflicto continúa.
¿De verdad hay alguien que cree que hay que consentir que Gaza vuelva a ser gobernada por Hamás para mantener a la población bajo un régimen de opresión islamista? ¿Alguien cree que eso será un avance hacia la paz en la región? ¿Nadie se da cuenta de que Hamás tiene mucho más apoyo en Occidente que en Oriente Medio? ¿Por qué será que los queremos tanto aquí y tan poco allí? ¿Por qué nadie se pregunta por los rehenes israelíes que siguen secuestrados por Hamás? ¿No será porque de estos secuestrados israelíes casi no hay imágenes?
P.S. El Partido Popular tuvo una posición inequívoca en tiempos de José María Aznar. Esa posición parece tambalearse con Alberto Núñez Feijóo. Señor Feijóo, además de intoxicar sobre su persona, ciertos «informativos» también intoxican de terceros. Si me permite decírselo, con toda modestia, hay que analizar el cómo y el porqué de las imágenes que nos llegan a diario y no perderse en el relato.