La culpa es de Aznar hasta cuando no lo es
Esas empresas nunca hubieran tenido que pagar unos impuestos que la Comisión les obligó a abonar a Hacienda y ahora el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dice en sentencia firme que es dinero de las empresas
Tengo escrito aquí que creo que hay un programa absolutamente genial en la radio española que ha estado en antena con Carlos Herrera en COPE. Se llama La máquina del fango y espero que vuelva a emitirse el próximo septiembre y no se lo lleven por delante los cambios que se anuncian en la emisora.
No quiero ni imaginar la descripción que hubiera hecho el autor de esa Máquina del Fango, Teodoro León Gross, de haber tenido ocasión de comentar la noticia de apertura de la edición en papel de El País ayer martes 5 de agosto de 2025. Título y subtítulo parecían puramente descriptivos: «Las principales firmas del Ibex reclaman más de 2.500 millones a Hacienda. Las empresas ganan un histórico pleito sobre ayudas de la era Aznar».
En puridad no se dice ninguna mentira, pero no creo que sea nada exagerado decir que quien lee ese encabezamiento, concluye que Aznar hizo algo que le ha costado 2.500 millones a Hacienda. Es decir, muy mal hecho. Por culpa de Aznar todos los contribuyentes vamos a dejarnos la hijuela en beneficio de unas compañías privadas que están entre las más notables del Ibex. Pues va a ser que no.
La realidad es que el Gobierno Aznar permitió a grandes compañías españolas como Telefónica, Iberdrola, Santander o Ferrovial, entre otras, deducirse parte del fondo de comercio de las compañías que compraran en otros países, principalmente dentro de la Unión Europea. Se evitaba el pago de parte del impuesto de sociedades. Se intentaba promover así el crecimiento dentro de la UE. Sin ir más lejos, dentro del Reino Unido, que todavía era Unión Europea, se compró Scottish Power por Iberdrola, O2 por Telefónica o Abbey por el Santander.
Esta iniciativa del Gobierno español no gustó a terceros países y pusieron en marcha una batalla legal para prohibir esas bonificaciones que consideraba ayudas del Estado que están prohibidas. Desde la Comisión Europea se atacó este marco tributario español en 2009, 2011 y 2014, con los gobiernos de Rodríguez Zapatero y Rajoy oponiéndose a la Comisión. Finalmente, hace un mes, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha concedido la victoria a España y a las empresas españolas. Así que ya hay varias empresas que, con toda la razón, están pidiendo que les devuelvan lo que ellas no hubieran tenido que pagar originalmente con la ley que hizo el Gobierno Aznar en 2001, pero que después abonaron por la injusta decisión de Europa. Es decir, no es «culpa de Aznar» que las empresas se lleven miles de millones de los fondos del Estado –hasta 8.000. No. Es que esas empresas nunca hubieran tenido que pagar unos impuestos que la Comisión les obligó a abonar a Hacienda y ahora el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dice en sentencia firme que es dinero de las empresas.
Ya comprendo que soy muy bruto, pero cuando leí en El País el titular y sumario «Las principales firmas del Ibex reclaman más de 2.500 millones a Hacienda. Las empresas ganan un histórico pleito sobre ayudas de la era Aznar». Mi sensación era que se trataba exactamente de lo contrario. Ya comprendo que la culpa no es de ese diario, sino mía por ser muy mal pensado y estar excesivamente relajado en verano.
Pero que no haya lugar a equívocos. Un poco de culpa siempre tiene Aznar. ¿A quién se le ocurre ayudar a las empresas españolas generando ahora un problema a la pobre María Jesús Montero que tiene que sacar 8.000 millones de algún sitio? Esta Marisu no levanta cabeza.