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HorizonteRamón Pérez-Maura

Lo que faltaba: también es gafe

Estaba yo ayer reflexionando sobre ello e intentando descartar el pensamiento de que Sánchez es un gafe para consigo mismo cuando llegó la noticia de que el Falcon en el que volaba a París tuvo que darse la vuelta todavía sobrevolando España por una avería. Y ahí sí, ya no tuve duda. Este tipo es gafe

Yo ya no entiendo a qué juega el equipo de comunicación de la Moncloa. Ha habido una visita oficial a Londres, tan vacía de contenido, que sólo han podido hablar de la entrevista en The Guardian. Entrevista con el diario de izquierda de referencia en Inglaterra, que podría haber tenido lugar sin necesidad de ser parte de una visita. Francamente, dar una entrevista a un diario de relevante –en su ámbito– en el Reino Unido para arremeter desde allí contra la Justicia en España es el mayor disparate que se puede hacer. Ya está España bajo la lupa de las instituciones europeas por el acoso a la Justicia como para que Sánchez haga declaraciones en un gran diario británico diciendo que su mujer, su hermano y el fiscal general de Estado son víctimas de la politización de la Justicia. Con un par.

Como es lógico, al día siguiente de la visita oficial, hay que hacer un balance del impacto mediático en los diarios locales. Esas visitas tienen objetivos locales en el país al que se va mucho más que en España. ¡Qué absoluto desastre! No seré yo quien dé a Napoleonchu ideas de cómo proceder con su embajador, pero recomiendo que intenten borrar de los anales diplomáticos la cobertura lograda por esta visita.

Lo más relevante del día después es que The Guardian publicó los restos menores de la entrevista que ya avanzó la víspera. Lo más destacado era Gaza, que claramente es segundo plato y que se resumía con «el presidente del Gobierno español admitió que la negativa de la UE a pedir explicaciones a Israel equivale a un fracaso».

The Guardian también nos informaba en el mismo número de que «Un estudio revela que la crisis climática hace 40 veces más probable que se produzcan incendios forestales en España y Portugal». Es decir, que el día que Sánchez hace una visita oficial a Londres, el diario al que concede una entrevista en exclusiva habla de España como el país pirómano de Europa. Pelotazo.

El mismo día The Daily Telegraph ignora la visita, pero no a España, volviendo sobre un asunto al que ya le tienen pillado el tranquillo: «El mafioso fisco español no dejará en paz a los expatriados como nosotros» hablando del acoso fiscal que dicen sufrir los británicos que han escogido jubilarse en España. No parece que con titulares así vaya a haber muchos más que vengan por estas tierras.

The Irish Times tampoco presta atención a la visita de Sánchez a Londres, pero da una información sobre el conflicto entre AENA y Ryanair. Y el Financial Times habla del problema de la inmigración en Italia y mencionan de pasada a Pedro Sánchez diciendo que «ha logrado mantener una línea mucho más favorable a los inmigrantes». No paramos de mejorar.

Y salvo error u omisión por mi parte, esto es todo lo que llevaba la Prensa británica e irlandesa ayer -al menos la mínimamente relevante- sobre la visita oficial de Pedro Sánchez. Nada. Estaba yo reflexionando sobre ello e intentando descartar el pensamiento de que Sánchez es un gafe para consigo mismo cuando llegó la noticia de que el Falcon en el que volaba a París tuvo que darse la vuelta todavía sobrevolando España por una avería. Y ahí sí, ya no tuve duda. Este tipo es gafe. Iba a una reunión en el Elíseo de la llamada Coalición de Voluntarios, lo más importante internacionalmente a lo que ha podido asistir últimamente, y se tiene que dar la vuelta.

Veremos cómo afecta su gafancia al compromiso que adquirió a distancia para que España aporte tropas de interposición sobre el terreno en Ucrania cuando se llegue a un alto el fuego entre Ucrania y Rusia. Y qué es lo que está España dispuesta a aportar. Con un gafe así, cada vez es más probable que no nos quieran ver ni a distancia.

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