Alfonso y el conservacionismo
Frente a propietarios, jóvenes cazadores y miembros de diversas organizaciones, todos ellos amigos y admiradores suyos, defendió con claridad la importancia de la propiedad privada como custodio imprescindible del medio natural
Recordar a Alfonso Ussía es evocar a un hombre que supo encarnar, con elegancia y firmeza, los valores tradicionales en los que creía. Nieto del gran Pedro Muñoz Seca, heredó no solo un linaje literario único, sino la capacidad de convertir la sátira en un espejo lúcido y valiente de su tiempo. Con su pluma afilada y su ironía inconfundible, no dudó en alzar la voz para defender aquello que consideraba esencial: la familia, la tradición y la libertad.
Amante profundo de la naturaleza y defensor de la caza —un legado arraigado en su propia historia familiar— Alfonso entendía el campo no como un paisaje, que también, y así le acompañó la montaña santanderina hasta el último día, sino como una responsabilidad. Creía firmemente que la conservación real nace del compromiso directo de quienes viven y cuidan el territorio, principalmente los propietarios privados.
Su implicación con instituciones conservacionistas fue constante y sincera. Impulsó los Premios del Diario La Razón, y en 2015 el periódico otorgó el Premio Alfonso Ussía de Conservación de la Naturaleza a la Fundación Amigos del Águila Imperial, Lince Ibérico y Espacios Naturales de Carácter Privado un reconocimiento a la labor esencial que esta institución ha desarrollado en la recuperación del águila imperial y el lince ibérico, dos símbolos irrenunciables del patrimonio natural de España. Como presidente de la Fundación tuve el enorme honor de recibirlo de sus manos.
En el 15º aniversario de nuestra Fundación, Alfonso participó como maestro de ceremonias, pronunciando un discurso que hoy resuena con más fuerza que nunca. Frente a propietarios, jóvenes cazadores y miembros de diversas organizaciones, todos ellos amigos y admiradores suyos, defendió con claridad la importancia de la propiedad privada como custodio imprescindible del medio natural. Aquel mensaje, profundamente honesto, reflejaba su visión: que la conservación solo es posible cuando se combinan tradición, conocimiento y responsabilidad.
Siento muchísimo que no recogimos el testigo que nos lanzó ese día de hacernos «Amigos» del Urogallo, especie que está apagando su cántico en toda la cornisa cantábrica y que como hijo adoptivo de esa tierra le preocupaba.
Hoy le despedimos recordando su humor, su lucidez y su compromiso. Alfonso Ussía deja tras de sí una obra literaria perdurable y un ejemplo de integridad que seguirá inspirando a quienes aman la naturaleza, la cultura y las raíces que nos sostienen. Su voz se apaga, pero sus letras permanecen vivas en las páginas que escribió, en las tierras que defendió y en las personas a las que supo guiar con su palabra.
Y no como un adiós, sino como un hasta luego, nos quedamos con Barca, su compañero en tinta y color.
- Fernando de Andrada-Vanderwilde Contreras es presidente honorífico de la Fundación Amigos del Águila Imperial, Lince Ibérico y Espacios Naturales de Carácter Privado