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25 de abril de 2024

Cartas al director

Cómo detener a Putin

Cualquiera que investigue someramente la trayectoria política de Putin sabe que lo que pretende es que Rusia recupere su papel de gran potencia mundial. La guerra de Georgia fue un paso previo, y ante la pasividad del resto del mundo ahora se ha embarcado en lo que esperaba que fuese otra victoria fácil que aumentase el poder político de su país.
Ha llegado el momento de dejarle claro que va a conseguir lo contrario con un ultimátum: si no decreta un alto el fuego inmediato, Rusia debe ser fulminantemente expulsada del Consejo de Seguridad de la ONU, para que su lugar sea ocupado inmediata e irrevocablemente por la India, la mayor democracia del mundo, con casi una quinta parte de la población del planeta, lo mismo que China.
No tiene ningún sentido que un Gobierno totalitario como el ruso tenga derecho de veto en una organización supuestamente democrática que vela por la paz mundial, cuando dicho Gobierno está recurriendo sistemáticamente a la guerra (Siria, Afganistán, Georgia, y ahora Ucrania) para conseguir objetivos políticos, y cuando está llevando a cabo acciones subversivas en el ciberespacio para desestabilizar a otros países y tratar de sembrar la discordia por todo el planeta.
Putin debe verse solo, perdiendo el apoyo de los demás políticos rusos ante la perspectiva de ver su país convertido en un paria internacional como Corea del Norte. Es la única manera de poner el poder militar de Rusia fuera del alcance de alguien que está demostrando ser muy poco fiable como gobernante de un país entero, en el que cualquier opinión contraria a la suya se convierte en motivo de encarcelamiento o asesinato.
Si la Unión Europea ya ha demostrado que es incapaz de aplicar sanciones económicas eficaces, como dejar de pagar a Rusia por su gas natural y su petróleo y afrontar las consecuencias igual que está haciendo el pueblo ucraniano al negarse a rendir su país, debería al menos ser capaz de promover una medida que no amenaza sus intereses económicos de manera inmediata. Lo que nos falta no son soluciones, son agallas para aplicarlas.

Juan José Castaño

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