Poder y derecho

Sr. Director:

Estas semanas está cobrando relieve e importancia la noticia relacionada con la objeción de conciencia por parte de médicos, enfermeras, farmacéuticos y otros profesionales de la medicina. No surge esta postura de modo espontáneo, sino provocada por la legislación gubernamental promulgada referente al aborto y a la eutanasia. Un buen número de estos profesionales, juzgando acertadamente que su labor fundamental es la de salvar vidas humanas, se niegan a participar en estos asesinatos enmascarados y se acogen al derecho de objeción de conciencia, mientras que el Gobierno quiere, también de manera enmascarada, tomar represalias.

El poder se ha topado con el derecho. Un poder legislativo contra un derecho innato: el derecho a la vida y el derecho a la propia conciencia que con muy anteriores y prioritarios a cualquier legislación. El Gobierno tiene los medios para imponer de forma coercitiva su criterio, asumiendo el riesgo de la reacción de los profesionales de la medicina sancionados. Pero lo que es innegable es que este Gobierno que presume de democrático se convertiría entonces en un inicuo poder del más desacerbado y cruel totalitarismo.