Cartas al director
Sin contemplaciones
Tomás Gómez lo deja bien claro. Conoce a Pedro Sánchez desde hace 30 años en las JJSS, y hay que considerar serias sus palabras. Tenemos un presidente corrupto que utiliza el poder del Estado con toda falta de escrúpulo para sus fines personales. Lo repite en el programa de la 4 «Todo es mentira».
Ahora entendemos sus «huidas» y desapariciones a diferentes puntos del globo, aún los más insospechados, en su montaje personal, y ambición desmedida de comprar voluntades y votos para su candidatura a presidente de la Internacional Socialista.
Y añade Gómez, buen conocedor del percal, que le ha salido un grano. Una obsesión con la Ayuso. Y no parará en el colmo de su deriva ambiciosa.
Olvídense los valencianos de su atención. No toca. Prioriza las cuantiosas ayudas a Cataluña, que minorarán las causas de primera necesidad e incluso de emergencia nacional, por encima de la reconstrucción de otros territorios, y la injustísima ley de Amnistía a separatistas y terroristas. Dividir España. Todo por el poder.
El que avisa. Los que avisamos no somos traidores, sino testigos con cargos. No caigamos en la trampa de las contemplaciones. Sánchez es un enemigo público que puede, aún, hacer mucho daño. Estoy muy de acuerdo con Gómez. Se trata de una emergencia nacional. Alerta máxima.