La voz de la conciencia

«La conciencia es la voz de Dios» nos dice un santo, Claudio de la Colombiere, y podríamos afirmar que ello es algo de dominio común. Pero este santo añade a continuación: «En la mayoría de los hombres, esta voz es despreciada o mal escuchada o totalmente apagada». Estas palabras dichas hace varios siglos fueron capaces de estremecer hasta los ánimos más adormecidos y anquilosados; pero ahora, cuando a Dios se le ha alejado de la sociedad actual, o dicho más correctamente, cuando la sociedad se ha alejado de Dios porque Él sigue ahí, omnipresente, esta máxima puede carecer de interés para muchos y esa es simplemente la principal razón por la que el mundo, la sociedad, las personas están como están. Y es que, sin conciencia, sin Dios rigiendo la conciencia, no podemos llevar una vida ordenada como en el presente está sucediendo. El orden genera paz, serenidad, sosiego.