Cartas al director
El silencio no es una opción
Más de cuarenta días sin que el presidente Sánchez haya realizado ni una declaración sobre los escándalos en su más directo entorno. Aunque, eso sí, continúa exhibiendo un obsceno victimismo –lawfer de jueces prevaricadores, fake news de enfangadores periodistas–, al más puro «estilo Trump» (hasta el punto de que a algún sugestionado observador se le antojara curiosamente mimético, a la vista de su última aparición en el Congreso, incluso el tono intensamente bronceado de su tez, ligeramente anaranjado, como el del dirigente republicano).
Fuera de esta frívola anécdota, hay que subrayar que, ante la grave situación política que vive España, «el silencio no es una opción». (Tal fue, precisamente, el solemne mensaje al inicio de la retransmisión de Eurovisión por RTVE, como crítica a la acción de Israel en Gaza).
Y si tan elocuente pretendió ser dicha consigna –en el contexto, en realidad, de un concurso televisivo–, ¿cómo es que nuestro máximo dirigente no asume la insoslayable obligación –no opción– de ofrecer algún mensaje a los ciudadanos, crecientemente indignados, entre otras cosas, por la absoluta falta de explicación de lo que está ocurriendo en su país?