Cartas al director
¿Hay que rectificar el modelo de Estado?
España es un Estado social, democrático y de derecho, según se proclama en nuestra Constitución. Y a nivel de organización territorial se estableció un sistema de comunidades autónomas, muy parecido a un régimen federal o federalizante. Tras cerca de 50 años, este modelo se ha roto. Los españoles no podemos sufragar 17 miniestados, con dos territorios prácticamente en una independencia económica y fiscal que hace imposible la sostenibilidad del conjunto de la nación.
Es algo que es incuestionable. Ni Cataluña ni el País Vasco pueden gozar de unos privilegios políticos por encima del resto, especialmente en materias fiscales y de bienestar social.
España se está rompiendo y descosiendo. Esta cruda realidad nos recuerda las profecías de Ortega y Gasset durante los funestos años de la Segunda República. Hay que recomponer el modelo, recuperar la solidaridad y la unidad. Recentralizar, si hay que llamar las cosas por su nombre.
Una nación no se puede permitir este destrozo. Hay que volver al modelo preconstitucional de regiones y de un mismo concepto nacional.
El Estado de las Autonomías es un fracaso, se quiera reconocer o no. Recordemos las palabras del filósofo patrio:
«La República, durante su primera etapa, debía ser sólo República, radical cambio en la forma del Estado, una liberación del poder público detentado por unos cuantos grupos, en suma, que el triunfo de la República no podía ser el triunfo de ningún determinado partido o combinación de ellos, sino la entrega del poder público a la totalidad cordial de los españoles».
Donde se dice República, léase España. Devolver el poder público al único titular de la soberanía nacional, el pueblo español en su conjunto.