La que fuera candidata a la presidencia de los Estados Unidos ha acusado a los hombres blancos de «cierta religión» de estar dañando al país. Seguro que hay varones blancos indeseables, pero alguien debería decirle a Hillary Clinton que quienes más daño han hecho recientemente a su país y al mundo (como en los atentados del 11-S o el 7 de octubre) no eran precisamente cristianos.