La hispanidad una herramienta para salvar a España

La semana pasada vimos a un Pedro Sánchez insolente e irrespetuoso con nuestros aliados Europeos, se parecía más a un presidente de Estado fallido hispanoamericano, que al primer ministro de una nación del primer mundo, y miembro de la UE. Haciendo gala de un discursucho barato, parece que olvidó las consecuencias de sus palabras para España, un indicativo de lo poco que le importa el país, lo suyo es la doctrina, y cada día más su discurso incendiario se va pareciendo al de alguno de sus colegas de gobernanza. Manfred Weber comentó para una crónica que no había vivido nada así desde Alexis Tsipras, que como buen zurdo acudió al argumentario para tontitos que urdió Sánchez de forma tan burda. Parecería que todo esto responde a la supervivencia de Sánchez como primer ministro, pero no, Sánchez tiene un plan, y me explico.

En mayo de 2022, yo escribí un extenso artículo que tiene por nombre: «Los verdugos del ortodoxismo». Texto que publicamos en la web de la entidad que presido. En ese artículo yo describo el plan de asesinato que pretende Pedro Sánchez con el Socialismo Español, tal como Macron asesinó al socialismo francés. Muchos han olvidado que Macron fue ministro de Economía, bajo el Gobierno de François Hollande. Es importante remarcar que «En-marche», que es como se llama el Partido de Macron, es una especie de falso partido liberal que acoge a comunistas, socialistas, y variada fauna ideológicamente incómoda. Macron es un socialista Fabiano, solo hay que ver su historial laboral, y aunque España no es Francia, y el proceso es diferente, yo cerraba mi escrito con la siguiente frase:

«Y veremos a Sánchez en la arena internacional, trabajando en los laboratorios de pensamiento, o quizás, creando una nueva organización hiperfinanciada como premio a su fidelidad, al nuevo proyecto de unidad entre Mencheviques y Bolcheviques».

Pues en agosto de 2022, Pedro Sánchez aparece en Colombia para cerrar un círculo que había empezado en enero del 2022, en un lugar conocido como «las cocheras de Sants» espacio sito en Barcelona, aquel acto fue el pistoletazo de salida de la candidatura de Gustavo Petro actual presidente de Colombia, y miembro de la Internacional Progresista, es decir, la nueva internacional comunista. En aquel acto, estuvieron «lo que más vale y brilla» de la zurdera y separatismo patrio, Ada Colau, Monedero, Junqueras, Manu Pineda, eurodiputado de PCE, en representación de Enrique Santiago abogado de las FARC, y otros.

Señores, el recorrido de la socialdemocracia tal y como la conocemos está tocando a su fin, no tiene forma, sentido, y desde siempre, según mi punto de vista, ha sido un cascaron vacío, envuelto de fabianismo imperial británico, y anti hispano, por eso Pedro Sánchez fue a pedirle la bendición a Maduro y compañía para ser presidente de la «Internacional Socialista», hecho que finalmente tuvo lugar en noviembre del 2022 –el famoso pago al que hice referencia anteriormente–. De ahí, que diera la sensación de que muchos socialistas españoles y europeos le rindieran culto en Bruselas, u otros países de Europa, es que es el jefazo, con las europeas a la vuelta de la esquina, hay que quedar sabroso con el «amado líder», o te quedas fuera del potaje. En mi opinión, ha llegado el momento de unificar todas las corrientes ideológicas, que no nos llamemos a engaño, son los mismos. Marxistas, Marxistas-Leninistas arrepentidos o convencidos, Comunistas, Troskistas, Socialistas, Mencheviques, Gramscistas, Maoístas occidentales, Islámicos radicales, y las nuevas corrientes post Marxistas es decir, ecologistas, neofeministas, antiracistas, etc. Todos quedan blanqueados y unidos bajo el techo del progresismo, o lo que venga, porque el prestigio de la internacional socialista está en sus horas más bajas.

Pienso que a Sánchez le han comido el tarro en algún foro, o encuentro privado con poderes supranacionales anti españoles, haciéndole creer que es el elegido, y como él se ha tomado muy en serio su misión mesiánica de paladín incorruptus, por el camino si destruye a España, le va a importar bien poco. Las concesiones políticas nacionales no son por permanecer en el poder, son para conseguir la pretendida unidad ideológica, solo pareciéndose a sus aliados podrá conseguirlo.

¿Y cuál es una parte de la solución a todo esto?

La Hispanidad es un elemento cohesionador, y de experiencias vitales, que nos ayudarán a predecir, frenar o combatir, aquellos planes anti democráticos que pretenden destruir a España, y a Europa. Nuestras lamentables miserias humanas, materiales, y morales, incluso, el adoctrinamiento comunista que recibimos algunos, nos permite avizorar cosas que muchos españoles no son capaces de imaginarse, y que dentro del lenguaje cultural dominante podrían parecer hasta bonitas, y humanistas, no lo son, son trampas. El brillo de la nación que alumbró en 1978 no se va a apagar nunca. Ánimo patriotas constitucionalistas monárquicos, los hispanoamericanos estamos aquí codo con codo, hombro con hombro por la patria española.