La cultura de la cancelación y la supresión de las libertades es el tema global de las jornadas
Jornada Católicos y Vida Pública
«Vamos a contracorriente», constatan los jóvenes católicos reunidos por ACdP en Sevilla
La segunda jornada del evento de los Propagandistas ha contado con el testimonio de casi una decena de profesionales de distintos ámbitos, de la Educación a la Medicina
La metáfora del salmón centró la segunda sesión de las XV Jornadas Católicos y Vida Pública de Sevilla, que se celebran esta semana organizadas por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). La imagen de este pez que nada sin descanso río arriba fue la inspiración para que jóvenes de diversos ámbitos profesionales se reunieran este miércoles en la iglesia del Sagrado Corazón para reflexionar sobre la vivencia de su fe católica en esta etapa vital.
«Vamos a contracorriente», apuntaba una de las ponentes, la profesora de Educación Primaria María Cabezas. La docente considera que hay constantes «bombardeos externos», y que para un educador cristiano es «una oportunidad y una obligación» vivir la vocación siendo coherentes con las propias creencias. «La posibilidad de formar las mentes y el corazón de estos niños es lo que hace que te dejes la vida», destaca.
En la misma línea lo ve María Alegre, médico internista en el Hospital Virgen Macarena: «Es raro el día en que no leamos alguna noticia sobre eutanasia o sobre suicidio… lo vivimos con incertidumbre, porque sabemos que lo técnicamente posible no es siempre moralmente correcto», aseguraba. La sanitaria asegura que «los pacientes son siempre lo primero, y ve con miedo la posibilidad de que la objeción de conciencia no sea una opción.
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Sin ser «del mundo»
La cultura de la cancelación y la supresión de las libertades es, precisamente, el tema global de las jornadas, en consonancia con el trabajo que la ACdP está realizando desde el año pasado. Para la instagramer Carla Restoy –otra de las participantes– la clave para responder a ello está en la Carta a Diogneto: «Estar en el mundo sin ser del mundo». Esta premisa, destacaba, sirve para contextualizar toda la vida, desde la fiesta y el alcohol hasta el cuidado de las personas dependientes.
Se trata de una mirada que compromete e ilumina las realidades de todos estos jóvenes, según señalaron con ejemplos. Para Zacarías Adame, profesor del Grado en Ciencias de la Actividad Física en CEU Cardenal Spínola, el deporte puede ser un vehículo para transmitir valores cristianos, y para el psicólogo Norberto Aragón la preocupación por la dignidad de la persona debe llevar a nuevas políticas públicas de prevención del suicidio.
Peregrinando con otros
La sesión vino precedida por el anuncio de dos encuentros futuros dirigidos a los jóvenes en los que poder vivir la dimensión comunitaria de la fe: la peregrinación a Santiago este verano y la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa, en 2023. «Será un aliciente y traerá aire fresco», apuntó el delegado de Pastoral Juvenil en la archidiócesis de Sevilla, José Francisco Durán. Para el sacerdote, es importante –especialmente para los jóvenes– «reconocerse semejante a otros, saber que no estamos solos en la fe».
El acto incluyó también un par de testimonios vitales: el de una pareja que vivió un diagnóstico de cáncer durante el embarazo y el del mártir cordobés Bartolomé Blanco, que fue fusilado en 1936 al grito de «¡Viva Jesús, viva Cristo Rey, viva el Señor!». La velada concluyó con un rato de adoración eucarística. El moderador, Antonio J. Campos, destacó que era «el momento más claro de vivir a contracorriente: frente al ruido, silencio; frente al aislacionismo, comunidad».
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