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La cúpula de una iglesia, destruida en DonetskAFP

Los obispos europeos, ante la guerra en Ucrania: «En el nombre de Dios, ¡paren!»

El cardenal Grusas y Hollerich, representantes de las conferencias episcopales de Europa muestran su preocupación por la agresión rusa

Los obispos de las Iglesias europeas han hecho un llamamiento por la paz en Ucrania y han condenado enérgicamente los bombardeos llevados a cabo esta madrugada por Rusia.
En este sentido, el presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa y arzobispo de Vilna, Gintaras Grusas, ha enviado un mensaje desde Florencia, donde se encuentra por la celebración del encuentro `Mediterráneo, frontera de la Paz´, al que acudirá el Santo Padre Francisco el próximo domingo, 27 de febrero.
«Debemos actuar juntos y con determinación, para poner fin de inmediato a la agresión rusa y hacer todo lo posible para proteger a mujeres, hombres y niños inocentes: ¡En el nombre de Dios, paren ahora!», ha exclamado Grusas.
Han reclamado a la comunidad internacional y la Unión Europea en particular que se intente detener el conflicto por todas las vías posibles para que «las armas den paso al diálogo y la negociación».
Los obispos europeos se han sumado al llamamiento del Papa Francisco por la Paz mediante la oración y el ayuno el próximo 2 de marzo, jornada en que se celebra el Miércoles de Ceniza. Igualmente, han asegurado sus rezos por las víctimas de este conflicto y por sus familias.
Por su parte, el presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), el cardenal y arzobispo de Luxemburgo, Jean-Claude Hollerich, ha manifestado a través de un comunicado su gran preocupación por la situación: «Hacemos un llamamiento a las autoridades rusas para que se abstengan de realizar más acciones hostiles que infligirían aún más sufrimiento e ignorarían los principios del derecho internacional».
Desde COMECE, hacen un llamamiento no solo a las autoridades, sino también a la sociedad civil, «para que acojan a los refugiados que huyen de su patria en Ucrania de la guerra y la violencia y buscan protección internacional. Es nuestra vocación, nuestra responsabilidad y nuestro deber acogerlos y protegerlos como hermanos y hermanas».