El, hasta ahora, convento de las Vistillas de Granada
Un convento de Granada se convertirá en un centro budista
Las Vistillas, donde las clarisas residieron durante casi 500 años, se cerró en 2018 y ahora el ayuntamiento ha autorizado a «Nueva Tradición Kadampa» que emprenda su reforma integral
Triste final para el convento granadino de las Vistillas. Por donde antes deambulaban hermanas clarisas elevando sus oraciones, ahora transitarán yoguis y practicantes del budismo. Tras casi 500 años de presencia religiosa entre sus muros, la última abadesa falleció en 2018, y las tres monjas que quedaban fueron trasladadas a otros monasterios de la orden.
Granada Hoy ha informado de que el servicio de Licencias del área de Urbanismo otorgó en enero la autorización de rehabilitación del convento, y la Nueva Tradición Kadampa –un grupúsculo del budismo que adquirió la propiedad por 2,5 millones de euros– se pondrá manos a la obra para convertir el antiguo cenobio en un gran centro de meditación budista.
37 habitaciones
La intención de los propietarios es poder abrir en 2026. Ya cuentan con un centro en la ciudad desde 2008, cuando Gueshe Kelsang Gyatso, fundador de esa corriente budista, «se quedó prendado de Granada» durante una visita a la ciudad. La capilla del convento será su sala de meditación, y habrá también salas de reuniones, cafetería y un jardín. Tiene más de 3.000 metros cuadrados y unos jardines al pie de la Alhambra con vistas a Sierra Nevada, además de 37 habitaciones, la capilla y varias estancias más, y está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).
El convento albergaba además la imagen de la Virgen de los Ángeles, patrona del barrio, que se sacaba en una popular procesión. Una tradición de siglos que ahora, sin duda, cambiará.
