Munilla afirma que la Iglesia no puede hacer más en el Valle de los Caídos «porque es propiedad del Gobierno»

«el Gobierno no necesitaba ningún permiso de la iglesia, ningún visto bueno de la Iglesia, para hacer la 'resignificación' del Valle de los Caídos. La van a hacer al margen completamente de la Iglesia, porque, obviamente, la propiedad es suya, y están implementando una ley en su propiedad, y entonces no van a necesitar de la iglesia para que dé el visto bueno». Así explicaba esta mañana, en su programa Sexto Continente, de Radio María, monseñor José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante, «una cuestión que ha suscitado y ha metido mucho ruido la semana pasada».

«Creo que es totalmente injusto escuchar insultos y ver pintadas contra el cardenal arzobispo de Madrid [José Cobo], contra el presidente de la Conferencia Episcopal [monseñor Luis Arguello] o contra el secretario de Estado del Vaticano [cardenal Parolin]», ha señalado monseñor Munilla, tras las manifestaciones que se produjeron la pasada semana a las puertas de la Conferencia Episcopal.

A juicio del prelado, las filtraciones que hizo el Gobierno «a sus terminales mediáticas» sobre las negociaciones en torno al Valle «han dividido a los católicos, de forma que algunos han puesto como su objetivo a la Conferencia Episcopal Española o a la Santa Sede». «En vez de manifestarse ante la Moncloa, van y se manifiestan ante la Iglesia. Y esto ha sido un triunfo de esas filtraciones que han realizado», ha subrayado monseñor Munilla.

La lucha por el relato

Aunque reconoce que «yo no conozco muchos detalles» de la negociación, porque «no soy un obispo que esté ni en el Ejecutivo de la Conferencia Episcopal ni he estado, obviamente, en las negociaciones», por lo que «desconozco mucha letra pequeña», el prelado ha explicado en Sexto Continente que lo acaecido la pasada semana «no es la primera vez que lo hacen [el Gobierno]». «Son unos maestros de las manipulaciones mediáticas. Son unos maestros, porque muchas veces aquí, más que la búsqueda de la verdad, es la búsqueda de qué relato se va a hacer. Más que la lucha por la verdad y la justicia, es la lucha por el relato que hace que las cosas se cuenten de una manera en la que yo salga campeón», ha añadido.

Monseñor Munilla ha coincidido con la opinión vertida por monseñor Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo, en su carta semanal, al señalar que toda la operación en torno al Valle «ha pretendido, en primer lugar, distraer la opinión pública, agitando el anticlericalismo. Porque, desgraciadamente esto en España vende». «El Gobierno está en una situación de máxima fragilidad. Está acorralado por sus escándalos internos, está sentado ante los tribunales en muchas materias. Y entonces, claro, está soportando un momento muy difícil y recurre a buscar algunos espantajos que distraigan la atención. Sin duda, aquí estamos en una maniobra», ha sentenciado.

«No cedemos»

Por eso, a su juicio, los obispos españoles ha actuado correctamente en las negociaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez, «porque la Iglesia ha permanecido firme y ha dicho: En esto no cedemos». «Ellos habían afirmado públicamente que iban a desacralizar la basílica, que los monjes iban a salir fuera, que iban a revisar los signos religiosos. Entonces, claro, como la Iglesia no ha cedido en eso», «quieren dar la impresión de que necesitan el consentimiento de la Iglesia para hacer esa 'resignificación'. Y no es así. Ellos pueden hacer esa 'resignificación' sin sin ningún tipo de colaboración por nuestra parte porque la propiedad es suya. Y aunque el Gobierno hiciese un esperpento de 'resignificación', lo cual es probable, la Iglesia no podría impedirlo», ha subrayado. «El conjunto monumental del Valle de los Caídos es de propiedad estatal, no es eclesial. Esto es importantísimo para entender las cosas. Si fuese propiedad eclesial, obviamente estaríamos en otro escenario. Estamos hablando de una propiedad estatal y lo gestiona Patrimonio Nacional. Hay que entender que el Gobierno tendría la potestad de cerrar el Valle de los Caídos», ha añadido.

Sin embargo, no está claro que la propiedad del conjunto monumental sea exclusivamente estatal. No, al menos, directamente. Y eso puede sentar una diferencia primordial. Pablo Linares, presidente de la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos, ha remitido esta tarde una misiva a monseñor Munilla en la que señala que «bastaba con decir NO a cualquier intento del Gobierno de resignificar el Valle. Bastaba con invocar los vigentes tratados internacionales que deberían garantizar la inviolabilidad de un lugar de culto como es el Valle de los Caídos».

Linares ha recordado que el conjunto monumental «pertenece, por una ley del 23 de agosto de 1957, a la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, y hasta que no haya un decreto, por parte del Gobierno, que regule cómo tendrá que ser, jurídicamente hablando, el Valle, éste sigue siendo de la Fundación». La citada pía fundación estaría participada por el Estado español y por la comunidad benedictina del Valle de los Caídos, y ella sería la legítima propietaria del Valle. Es decir, jurídicamente hablando, el Estado no puede intervenir sin ninguna cortapisa en el conjunto, ya que no es el legítimo propietario.