Roma se prepara para rendir un multitudinario adiós a Francisco

Desde la mañana de este lunes era prácticamente imposible encontrar vuelos con destino a Roma. Ni siquiera a los aeropuertos de ciudades cercanas. Algo similar ocurría con los alojamientos: apenas quedaban plazas disponibles y, las que se encontraban, se habían disparado de precio. Algo habitual siempre que fallece un Pontífice. A esto se suma, además, que el domingo próximo estaba prevista la canonización de Carlo Acutis, en la que se esperaba la asistencia de alrededor de 80.000 fieles que querían ser testigos de la subida a los altares del apóstol de Internet. Una de las primeras medidas que adoptó ayer por la mañana el Vaticano, tras informar del fallecimiento de Francisco, fue precisamente la de suspender la celebración del domingo. Solo un Papa tiene la facultad de canonizar, por lo que Acutis tendrá que esperar.

Pese a ello, se prevé que la mayoría de esos 80.000 peregrinos mantendrán su viaje a Roma, aunque ahora tendrán otro motivo: el funeral de un Papa. El director de la Oficina de Prensa vaticana, Matteo Bruni, precisó ayer que mañana miércoles «podría darse» el traslado de los restos mortales del Santo Padre hasta la basílica de San Pedro del Vaticano para su veneración pública. Pero, en principio, no se sabrá con certeza hasta hoy martes, cuando se produzca una primera reunión de cardenales.

De cumplirse esta previsión, mañana miércoles, por tanto, se inauguraría la capilla ardiente que se prolongaría durante tres días, esto es, hasta el viernes. Por lo tanto, el funeral por el eterno descanso del Papa Francisco podría celebrarse a lo largo del fin de semana. Esto daría tiempo suficiente para que los 135 cardenales electores se desplazaran hasta Roma, al igual que los miles de obispos, sacerdotes y religiosas que también querrán estar presentes.

Capítulo aparte merecen los jefes de Estado y mandatarios que suelen acudir a las exequias por un Sumo Pontífice, además de los miles de fieles que querrán dispensar su último adiós al primer Papa hispanoamericano.

Frente a la movilización que se espera, lo que sí está claro es que el funeral tendrá menos pompa que el de sus predecesores. El Vaticano desveló ayer el contenido de las últimas voluntades de Francisco y en ellas figura incluso la inscripción que tendrá su ataúd:

«Solicito que mi sepulcro sea preparado en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal como se indica en el documento adjunto. El sepulcro debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus».

El documento, que tiene fecha del 29 de junio de 2022, fue hecho público después de ser trasladado a la capilla de su residencia en la Casa Santa Marta:

«Sintiendo que se acerca el fin de mi vida terrena y con viva esperanza en la Vida Eterna, deseo expresar mi voluntad sólo respecto al lugar de mi sepultura. Siempre he confiado mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima. Por eso, pido que mis restos mortales descansen en espera del día de la resurrección en la Basílica Papal de Santa María la Mayor», puede leerse en dicho testamento.

Y concluye: «Deseo que mi último viaje terrenal concluya precisamente en este antiguo santuario mariano donde fui a orar al inicio y al final de cada viaje apostólico para manifestar con confianza mis intenciones a la Madre Inmaculada y agradecerle su cuidado dócil y maternal».