La oración por el Papa Francisco en la Fiesta de la Resurrección
La oración por el Papa Francisco en la Fiesta de la Resurrección
El arzobispo de Madrid ha dedicado un momento para honrar el fallecimiento del Santo Padre que el pasado Lunes de Pascua falleció a los 88 años de edad
La Plaza de Cibeles de Madrid se ha llenado esta tarde de oración, música y emoción durante la celebración de la III Fiesta de la Resurrección, organizada por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). El acto, que ha comenzado a las 18:30 horas, se ha convertido en una gran convocatoria de oración por el Papa Francisco, fallecido este lunes 21 de abril a los 88 años. En uno de los momentos más intensos de la jornada, el arzobispo de Madrid, Don José Cobo, ha rezado un Padre Nuestro rodeado de miles de jóvenes que han proclamado con fuerza: «¡Esta es la juventud del Papa!».
El ambiente ha sido profundamente espiritual, pero también festivo, con cantos y testimonios que han recordado la esperanza cristiana en la vida eterna. Jóvenes, familias y fieles de distintas partes de España han acudido para rendir homenaje al Papa Francisco, cuya figura ha estado muy presente durante todo el acto. La ACdP ha querido que esta edición de la Fiesta de la Resurrección sirviera como un gran canto de alabanza por la resurrección y de agradecimiento por la vida y el ministerio del Santo Padre.
En un comunicado leído durante el encuentro, la asociación ha expresado su «profundo dolor» por el fallecimiento del pontífice, asegurando que vive estos días con «un sentimiento de orfandad eclesial». Han añadido que ofrecen sus oraciones y sacrificios «por el eterno descanso de su alma», confiando en que Francisco ya se encuentra «en la presencia amorosa de Dios». Su legado, han dicho, «sigue iluminando a la Iglesia en este tiempo».
También se han recordado las palabras que el Papa dirigió en 2023 a los participantes de la primera Fiesta de la Resurrección: «Y, por favor, si quien canta reza dos veces, no se olviden de cantar por mí». Hoy, esas palabras han cobrado un significado especial. Entre cánticos, oraciones y lágrimas, la comunidad católica ha despedido a un Papa que supo hacerse cercano, sembrando con su testimonio una profunda huella de fe.