«El género no se puede cambiar, pero los corazones sí», recuerda un obispo de Estados Unidos

La postura de la Iglesia es clara con el denominado «cambio de sexo»: no es moralmente aceptable, pero las personas trans merecen todo el respeto. Lo ha recordado al otro lado del Atlántico monseñor Daniel Thomas, obispo de Toledo (Ohio), en una larga carta pastoral en la que califica el proceso de transición de «autolesión con asistencia médica», a la ver que recuerda que «las personas que experimentan dolor por su identidad de género deben saber que Dios las ama y quiere acercarlas a sí mismo».

El cuerpo revela a la persona: una respuesta católica a los desafíos de la ideología de género es el titular del documento de 15 páginas, el más largo hasta el momento redactado por un obispo de aquel país sobre el tema, y que ha recogido el National Catholic Register. Monseñor Thomas esgrime argumentos basados en las Escrituras, la teología, la filosofía y las ciencias sociales para presentar la enseñanza de la Iglesia en una forma «legible, digerible, accesible y caritativa».

Se trata de un mensaje, como ha recordado el prelado, «que muchos no quieren escuchar». «Cuando las personas [transexuales] escuchan enseñanzas que entran en conflicto con su propia comprensión de quiénes son y de qué necesitan para ser felices, puede parecerles que ninguna explicación podría justificar tales enseñanzas y que deben ser rechazadas de plano», reconoce el obispo Thomas. «¿Cómo podemos responder a una situación aparentemente tan imposible?», se pregunta en su carta. «La respuesta no es, desde luego, diluir las enseñanzas católicas, cuyo objetivo es aclarar y defender, a la luz de la fe, la verdad sobre nuestra vida», subraya el obispo de Toledo.

La Teología del Cuerpo

Basándose en las enseñanzas de la Teología del Cuerpo de Juan Pablo II, monseñor Thomas señala que «cuerpo y alma no son dos naturalezas, sino que forman una sola naturaleza humana. El cuerpo necesariamente revela a la persona como niño o niña, hombre o mujer». «Dios no añadió el cuerpo después de crear el alma», explica el prelado estadounidense. «Una persona puede odiar su cuerpo, pero el esfuerzo es tratar de ayudarlos a entender que Dios, quien creó ese cuerpo, ama su cuerpo y su persona, y no se puede separar el cuerpo y el alma», agrega.

El número de estadounidenses que cuestionan su género ha aumentado considerablemente en los últimos años: aproximadamente el 1 % de los mayores de 13 años se identifican ahora como transgénero, incluyendo aproximadamente el 3,3 % de los adolescentes de entre 13 y 17 años, según un informe de agosto de 2025 del Instituto Williams de la Universidad de California en Los Ángeles.

El documento, por tanto, ha creado una gran expectación en el país. Según ha revelado el propio obispo, una mujer creyente le dijo que se lo había enviado a su hijo, que se plantea el cambio de sexo, y que dio lugar a «una conversación muy larga sobre el contenido», y que su hijo estaba «muy conmovido por algunos de los argumentos», aunque no quedó claro qué haría en el futuro.