Monseñor Planellas, arzobispo de Tarragona, y monseñor Argüello, arzobispo de Valladolid
128ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española
Monseñor Argüello no ve el problema de rezar delante de los abortorios que sí ve Planellas
El arzobispo de Tarragona denostó a los católicos que lo hacen: «Es ideologizar la oración»
El presidente de los obispos españoles ha sido contundente en su discurso de apertura de la 128ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) que ha comenzado hoy en Madrid. Monseñor Luis Argüello, presidente de la CEE y arzobispo de Valladolid, ha alertado de la «pretensión de elevar a rango constitucional este supuesto derecho» del aborto, a la vez que se busca prohibir «la objeción de conciencia del personal sanitario» y «la información a las madres de todo lo que significa la intervención».
El presidente de los obispos ha parafraseado al apologeta Matthieu Lavagna, para quien «atreverse a hablar del aborto en público se ha vuelto un tabú, casi una intromisión en la vida privada de las personas». «Afirmar públicamente que el aborto es objetivamente inmoral, pues supone poner fin a la vida de una persona distinta de su madre y de su padre, es arriesgarse a escuchar fuertes descalificaciones personales, sociales y políticas», ha defendido.
Monseñor Argüello ha replicado los argumentos que esgrimen los partidarios de acabar con la vida del no nacido: «¿Cuestionar esta conquista?, ¿dudar de este derecho? Es el paroxismo del pensamiento fascista y autoritario que merece la inmediata etiqueta de extrema derecha». «Peor aún: afirmar que existen argumentos no religiosos contra el aborto es inimaginable», ha ironizado el arzobispo de Valladolid. «Al fin y al cabo, ¿no nos repiten que los antiabortistas son unos horribles oscurantistas que quieren imponer sus puntos de vista religiosos a todo el mundo? Ofrecer información a las mujeres gestantes es considerado un abuso y rezar ante un abortorio, una amenaza», ha agregado.
A Planellas no le gusta que recen
Sin embargo, el arzobispo de Tarragona, monseñor Joan Planellas, criticaba hace tan solo unos días la labor de iniciativas como 40 Días por la Vida, considerando que las vigilias pacíficas de oración y ayuno que se organizan frente a los centros donde se realizan abortos para rezar por el fin de esta práctica suponen una «ideologización» y una «banalización» de la oración.
«No estoy de acuerdo con esto, porque ¿qué ganas con esto?», insiste Planellas en una entrevista concedida al diario Público. El arzobispo reconoció que la Iglesia defiende el valor de la vida «desde el seno de la madre hasta el final de la vida», para inmediatamente añadir que, «cuando este tema se polariza, lo ideologizamos».
Para acompañar y respetar a una mujer embarazada y a su hijo, la forma de hacerlo –según el arzobispo Planellas– «no es haciendo una manifestación contra el aborto o pro aborto», y zanjó: «Ni una cosa ni la otra».