El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Luis Argüello
Argüello responde a Sánchez: «Ante el respeto a las reglas básicas del Estado de Derecho, no soy neutral»
El líder socialista había acusado al presidente de la Conferencia Episcopal de no aceptar el resultado de las elecciones por denunciar en una entrevista el bloqueo de las instituciones
No le ha salido bien al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el intento por silenciar la voz de la Iglesia, y su acusación contra el presidente de la Conferencia Episcopal de querer «interferir en la política» por denunciar el bloqueo institucional. Menos de 24 horas después de tales acusaciones, el arzobispo de Valladolid y cabeza del episcopado, monseñor Luis Argüello, le ha respondido desde su cuenta en X para asegurar que «ante el respeto a las reglas básicas del Estado de Derecho, no soy neutral».
La polémica había surgido después de que el prelado vallisoletano diese libremente su opinión sobre la situación política en España, tras ser cuestionado directamente por ello en una entrevista concedida a La Vanguardia.
Argüello se había remitido al bloqueo institucional que impide sacar adelante en el Parlamento una serie de medidas contra la pobreza impulsadas por Cáritas, por falta de presupuestos.
«Lo que prevé la Constitución»
Un bloqueo que le habían transmitido los diversos representantes políticos con los que se había reunido la Iglesia, incluido el grupo socialista: «'La situación está bloqueada y sin perspectiva de que haya presupuesto', se nos dijo por parte del Grupo Socialista. Hoy se confirma ese diagnóstico. La situación está más bloqueada aún», afirmaba en la entrevista el presidente del episcopado.
Y reclamaba, para salir de esa situación, la necesidad de plantear «una cuestión de confianza, una moción de censura o dar la palabra a los ciudadanos. Es decir, lo que prevé la Constitución».
Las palabras del arzobispo de Valladolid fueron respondidas en un acto electoral en Extremadura por el presidente del Gobierno, quien le acusaba de pretender «interferir en la democracia». «Le digo a Argüello que hay una cuarta opción, respetar el resultado aunque no te guste», apuntaba Sánchez, jaleado por el exiguo público presente en el mitin.
Y tras animar al prelado a que «si se quiere presentar a unas elecciones, tiene la asociación ultraderechista Abogados Cristianos: que se presente y a ver qué resultado saca», remarcaba, agitando el espantajo del anticlericalismo, que «el tiempo en el que los obispos interferían en la política acabó cuando empezó la democracia».
Sin embargo, lejos de aceptar el rol pasivo que el Gobierno desea para la Iglesia cuando alguno de sus representantes públicos cuestiona al Ejecutivo, el presidente de los obispos españoles ha respondido recordando que «ante el respeto a la vida y su dignidad, la comprensión y el apoyo a la familia en la vivienda y la educación, la acogida de inmigrantes, el servicio a los pobres, la libertad religiosa y de conciencia y el respeto a las reglas básicas del Estado de Derecho, no soy neutral».
También la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal ha publicado en X un mensaje para recordar que «ser miembro de la Iglesia no impide opinar sobre la vida pública ni dar entrevistas».
En ese mismo tuit, la CEE señala que «el hecho mismo de que los medios pregunten a la Iglesia su opinión sobre la actualidad desmiente que la Iglesia deba ser un agente ausente de la vida pública y la opinión social».