Puesto de venta de libros
Radiografía del libro religioso: un nicho que resiste pero que necesita nuevos lectores
Un 3 % de los libros publicados en España son de temática religiosa, un sector que mantiene las cifras de ventas pero también afronta amenazas específicas como la secularización o la laxitud ante la piratería
¿Cuántos libros publicados en España tienen temática religiosa? Según el informe anual elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), en 2022 fueron casi tres de cada cien, el 2,91 %. El mismo informe constata que el libro religioso facturó el año pasado 43,62 millones de euros, un 4,5 % más que en 2021 y el 1,6 % de la facturación total de la industria. La diferencia entre libros publicados y facturación se explica por el precio medio de los libros en papel: el libro religioso se vende, de media, por 8,90 € mientras que en la categoría general de no ficción esta cifra es de 15,87 €.
«En retrospectiva, creo que la mirada es positiva: en las últimas dos décadas nunca ha habido un desplome en las ventas del libro religioso en España, e incluso vemos -en muy pequeñas dosis y siendo muy precavidos- una pequeña evolución a mejor», analiza el periodista y profesor de la Universidad CEU San Pablo Fernando Bonete. El también coordinador de la sección Libros de El Debate celebra, además, los buenos resultados en el comercio exterior. En 2022 –de nuevo, cifras de la FGEE– la literatura religiosa fue responsable del 8,38 % de la facturación –29,2 millones de euros–, sobre todo gracias a las ventas en América.
Libros religiosos de la editorial Palabra
Primer riesgo: la secularización
La imagen que dibujan estas cifras es la de un sector consolidado y estable, pero con límites muy claros. Un nicho hasta ahora cómodo que se ve amenazado por las tendencias que van más allá de los libros. «Debido a los procesos de secularización que atraviesa la sociedad, el público objetivo de nuestras editoriales está cayendo», destaca José Manuel Bargueño, director comercial de Ediciones Palabra y coordinador de la Comisión de Editores del Libro Religioso (CELR) de la Asociación de Editores de Madrid, compuesta por una treintena de editoriales, mayoritariamente de inspiración cristiana.
Bonete coincide con el análisis: «Vivimos tiempos muy difíciles para la fe y la religión, y para todo lo que tenga que ver con ello, así que es normal que la visibilidad del libro religioso se resienta». En esta línea, Bargueño plantea la necesidad de crecer y llegar a otro público. «Una forma en la que se está haciendo –concreta– es ampliando las temáticas más allá del ensayo o el libro de espiritualidad; por ejemplo, publicando novela juvenil o libros de desarrollo personal, pero manteniendo el fondo de humanismo cristiano».
Ambos entrevistados participaron esta semana en la V Jornada sobre el Libro Religioso, en el marco de la feria LIBER 23, en la que se plantearon los grandes retos e inquietudes del sector, como la visibilidad en medios de comunicación o la construcción de comunidades. En relación a lo primero, Bonete comenta que hay «muchos estereotipos sobre el libro religioso», y pide a las editoriales hacer un esfuerzo extra hacia los medios, seleccionando estratégicamente los títulos a promocionar, trabajando creativamente la relación con los periodistas o cuidando más la estética. «Los libros, como la comida, entran por los ojos», recuerda.
Una mentalidad «laxa» frente a la piratería
Uno de los temas centrales en la jornada fue la cuestión de la piratería y los derechos de autor. «Parece que piratear libros religiosos es más fácil de excusar, porque uno piensa que está ayudando a los demás, pero eso me parece frivolizar», critica Bargueño, que pide concienciarse del trabajo que hay detrás de los libros, e ironiza sobre la contradicción inherente a piratear libros de ética y moral.
En el acto intervino el Secretario general de la Conferencia Episcopal, César García Magán, quien coincidió en la necesidad de cambiar «una mentalidad laxa y permisiva», y pidió a los sacerdotes actualizar la reflexión moral, e incluir «estas nuevas faltas -no me atrevo a decir ‘pecados’-» a la hora de plantear el examen de conciencia previo a la confesión.
Hacer frente a la secularización, dar la batalla por la visibilidad en los medios, o luchar por el reconocimiento de los derechos de autor y contra la piratería son algunos de los principales desafíos que enfrenta el sector del libro religioso en los próximos años. ¿Y –en línea con el tema que parece centrar el debate tecnológico– la inteligencia artificial? «Aún no sabemos cómo nos afectará, qué oportunidades traerá ni qué riesgos –concluye el coordinador de la CELR–, pero seguramente sea el tema a tratar en nuestra próxima jornada».
Comentarios
