Inauguración de las jornadas de la ACdP en Talavera
El arzobispo de Toledo, en las jornadas de la ACdP: «Los católicos podemos ser más valientes, hemos de dar la batalla»
Francisco Cerro abrió las V Jornadas Católicos y Vida Pública de Talavera de la Reina, celebradas bajo el lema ‘Proponemos la Fe, transmitimos un legado’
«Los católicos hemos de dar nuestra batalla, seguir trabajando y no tirar la toalla», arengó el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, al público de las V Jornadas Católicos y Vida Pública de Talavera de la Reina, organizadas por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). Cerro lamentó que hay quien evita decir «las cosas que dice la Iglesia, o como las dice la Iglesia», e invitó: «Podemos ser todos más valientes».
Las jornadas se celebraron este fin de semana en la ciudad toledana bajo el lema Proponemos la Fe, transmitimos un legado. El arzobispo llamó a los católicos a vivir «con esperanza» y desdeñó las voces que anuncian el fin de la institución eclesial. «La Iglesia siempre asiste al entierro de sus enterradores», aseguró, insistiendo en la necesidad de evangelizar.
Cerro centró su intervención en los retos que tienen los laicos en la sociedad, como trabajar por la paz, defender la familia o estar presentes la cultura o la política. «Los sacerdotes no deberíamos meternos en política, es cosa de laicos… aunque hay temas que están politizados y no deberían, como la familia o la vida», reflexionó.
Clausura de las jornadas, con César García Magán
Fomentar la presencia católica
Alfonso Bullón de Mendoza, presidente de la ACdP, recordó en la inauguración de las jornadas que «lo propio de la asociación es fomentar la presencia de los católicos en la vida pública», en ámbitos como la política o la cultura. En esta línea, recordó iniciativas como la primera edición de la Fiesta de la Resurrección, celebrada el curso pasado, y anunció que ya está en preparación la siguiente.
También intervino el alcalde de Talavera de la Reina, José Julián Gregorio, que se confesó católico practicante y defendió que «en una etapa de tanto ruido, tener un faro, una fe, es importante». Por su parte, el secretario del centro de la ACdP en la ciudad, Rafael Cano, lamentó que el entorno social es «pagano, anticristiano, agresivo a todo lo espiritual y que se legisla contra la ley natural».
«Milagros» en MasterChef
«Invítenme a su casa y les preparo algún plato… pero hoy nos vamos a alimentar de lo que nos toca el alma: nuestra fe», ironizó Fray Marcos, el sacerdote y religioso dominico que saltó a la fama por haber participado en la pasada edición de MasterChef. El también periodista e influencer relató su paso por el programa de RTVE, desde las dudas iniciales hasta los «milagros» de los que fue testigo en el plató, como conversiones o que uno de los presentadores haya decidido casarse por la Iglesia y bautizar a su hijo.
«No sabía la responsabilidad que tenía en Masterchef hasta que salí: ocurrieron milagros gracias a que yo me dispuse», explicó, destacando la importancia de presentar «un corazón dispuesto» a hacer la voluntad de Dios. El fraile añadió que para vivir la fe en los medios de comunicación «primero hay que conocerse y ser consciente de quién soy y cuál es mi papel en la sociedad, porque no soy el protagonista: el protagonista es el Señor». También relató cómo celebraba la Eucaristía en el plató, para sí mismo, y –como cocinero–planteó que «no hay mayor pecado que tirar comida a la basura».
En las jornadas participaron también el presidente de la Orden de Malta en España, Ramón Álvarez de Toledo; el presidente del Colegio de Médicos de Madrid, Manuel Martínez-Sellés, o la cantante católica Mariana Valongo. El sacerdote y delegado de juventud en la archidiócesis de Santiago de Compostela, Javier García, comparó la Iglesia con varias imágenes navales y defendió que la mejor metáfora para entender su rol hoy en día es el arca de Noé.
El evento concluyó con la ponencia de César García Magán, obispo auxiliar de Toledo y Secretario de la Conferencia Episcopal Española. «Nuestra fe no es para vivirla solo en la intimidad de la conciencia: si los apóstoles se hubieran quedado en el cenáculo, ¡ninguno de nosotros estaría aquí!», dijo, y defendió que el derecho a la libertad religiosa «no es una concesión de las autoridades, sino un derecho fundamental y básico».
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