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28 de marzo de 2024

El sacramento de la Confirmación es de gran importancia para una fe adulta.

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¿Es obligatorio estar confirmado para casarse por la Iglesia?

Muchas parejas que quieren casarse por la Iglesia descubren que no han accedido al sacramento de la Confirmación, y desconocen si es necesario para el matrimonio eclesial

Muchas parejas que quieren casarse por la Iglesia descubren que no han accedido al sacramento de la Confirmación, y no saben si es necesario para el matrimonio eclesial.
Quizá no han madurado su fe en el seno de una comunidad cristiana, o han experimentado una conversión después de haberse alejado de la iglesia y no haber accedido al sacramento de la Confirmación, que se concede aproximadamente con la mayoría de edad. Esas parejas se preguntan si es necesario confirmarse antes del sacramento del matrimonio.

Bautismo

El Código de Derecho Canónico exige, para la válida celebración del matrimonio, que la pareja esté bautizada, que se amen y que no tengan ningún impedimento para unirse y que pueda ser razón de declaración nula de esa unión en el futuro. El bautismo es el sacramento necesario para celebrar el matrimonio.
Por tanto, el sacramento de la Confirmación no es un requisito formal explícito. Pero es muy importante.
Se llama sacramento de la Confirmación precisamente porque confirma, hace consciente, la gracia recibida en el bautismo. Es un escalón más en la fe, un salto hacia un cristianismo adulto y reafirmado. Por el crisma, los creyentes asumen públicamente su condición de bautizados en Cristo y, por tanto, su decisión personal por Cristo y por sus enseñanzas.

Confirmar la fe

El sacramento de la confirmación, como cualquier sacramento, no es un acto de magia. Deben vivirse dentro de la comunidad cristiana, donde el creyente verá crecer a lo largo de su vida los frutos de gracia que son los gestos de Cristo. El error en muchas ocasiones está en el deseo de casarse sin intentar comprender qué implica tal decisión, precisamente, por falta de madurez y conciencia real del matrimonio cristiano. El matrimonio por la Iglesia no debe realizarse por convención o por costumbre, sino desde el convencimiento y la fe.
Los novios que quieren casarse dentro de la comunidad eclesial deben haber asumido consciente y voluntariamente la vida cristiana; conciencia que implica esa madurez necesaria para decidir dejar entrar a Jesucristo en la vida matrimonial.
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