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05 de mayo de 2024

El sacerdote Martin Benedict

El sacerdote Martin Benedictmartinbenedict.ro

Martín Benedict, el sacerdote ordenado en la clandestinidad y mártir en la Rumanía comunista

Al viajar a Roma para la beatificación del hermano capuchino rumano Jeremías de Valaquia, el 30 de octubre de 1983, fue reconocido como sacerdote por la Securitate que lo consideró «espía del Vaticano»

el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos recordó en una reciente conferencia en Roma, la misión del venerable Martin Benedict, un «auténtico sacerdote y auténtico médico».
El Beato Martin Benedict (1931-1986) manifestó desde muy joven la vocación a la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, pero tuvo que esperar hasta 1976 para hacer la profesión temporal y la profesión solemne en 1979, debido a la persecución comunista.

Entregado a los enfermos

Según informa Agencia Fides, Martin Benedict se dedicó al cuidado de los enfermos en el hospital de Raducaneni y luego en el de Onesti; se licenció como médico en 1957 en Iasi respondiendo a su vocación de médico y religioso en el cuidado del cuerpo, el espíritu y el alma de los enfermos.
Martin llevaba adelante su misión sin ser descubierto por la Securitate, que lo vigilaba desde 1954, según como el informe de la doctora Germina Nagâț, miembro del Consejo Nacional para el Estudio de los Archivos de la Securitate de Bucarest.

Reconocido por la Securitate

El 14 de septiembre de 1980, Martin Benedict fue ordenado sacerdote por el obispo greco-católico Alexandru Todea en Slanic Moldavia. Sin embargo, al viajar a Roma para la beatificación del hermano capuchino rumano Jeremías de Valaquia, el 30 de octubre de 1983, fue reconocido como sacerdote por la Securitate, que pasó a considerarle un «espía del Vaticano» y comenzó a perseguirlo con detenciones, interrogatorios, intentos de envenenamiento y atropellos.
Su delicada salud y las repetidas persecuciones que lo debilitan física y mentalmente, llevan a la muerte del médico sacerdote.

Desprendido y entregado a Dios

El Señor lo llamó a la vida eterna el 12 de julio de 1986. El 16 de julio de 1986, según su testamento, fue sepultado en el cementerio de su pueblo natal de Galbeni.
Son los expedientes de la policía secreta rumana los que muestran vívidamente la santidad del Beato Martín, a pesar de los prejuicios ideológicos de las autoridades, ya que siguió sirviendo al pueblo hasta su muerte, el 12 de julio de 1986.
El 17 de diciembre de 2022 el Papa Francisco lo proclamó Beato con la siguiente motivación: «Sacerdote profeso de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales; vivió con heroísmo su doble vocación de médico y sacerdote–religioso en un contexto de clandestinidad. A pesar de su mala salud, supo ejercer la profesión médica con generosidad. Estaba desprendido de las cosas del mundo, buscando constantemente la voluntad de Dios».
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