El almacén de la Biblioteca Misionera de Valencia
Con sello del Vaticano
La biblioteca solidaria misionera envía desde Valencia un millón de libros a 30 países
La iniciativa, parte de la Fundación Padre Juan Schenk, recoge donaciones de libros, los clasifica y los envía a países en vías de desarrollo bajo el lema «cultura contra pobreza»
En República Democrática del Congo acaban de recibir más de 13.000 libros en francés, además de material escolar y 500 pares de gafas. Dentro de un camión, se agolpan las cajas llenas provenientes de Valencia, de una nave en la que desde 2001 han enviado ya más de un millón de libros a 30 países de distintos continentes.
Esta iniciativa, parte de la Fundación Padre Juan Schenk, recoge donaciones de libros, los clasifica y los envía a países en vías de desarrollo bajo el lema «cultura contra pobreza». Todas sus cajas, además de perfectamente embaladas, llevan el sello del Vaticano, ya que desde 2017 su labor está apoyada por el Dicasterio de Cultura y Educación.
Fundamentalmente, sus paquetes llegan a América, África y Filipinas. En concreto, el país donde más cajas llegan de la Biblioteca Solidaria Misionera es a Perú. Allí han recibido un total de 296.610, seguido de República Dominicana (181.847) y Honduras (142.062).
Las donaciones están destinadas a bibliotecas, escuelas, centros formativos, conventos, seminarios, universidad y otras instituciones, algunas vinculadas con la Iglesia, pero no todas. Uno de sus principales desafíos no es conseguir los libros para enviarlos, sino las ingentes cantidades de dinero para costear el transporte de los paquetes a sus destinos. El director de la Biblioteca Solidaria Misionera, Antonio Benlloch, explica que cualquier cantidad vale: «Con cinco euros se pueden enviar 10 kilos de libros».
El último de sus envíos llegó el pasado 24 de enero a la República Democrática del Congo después de diez meses dando vueltas por el continente africano. Por error, lo habían recibido en Congo, donde no era posible descargarlo ni nadie se hacía cargo de la devolución.
Otro de los últimos cargamentos tuvo como hogar de acogida Venezuela, donde los libros sirven para la educación de los 4.825 alumnos que las Escuelas Pías de Caroca tienen en los seis colegios que regentan en Caracas, Valencia, Barquisimeto, Caroca y Maracaibo.
Además del millón de libros que ya han repartido por el globo, en sus dos almacenes de Alaquàs y Valencia espera otro millón esperando a ser enviado. Ediciones y tomos tienen de sobra, pero necesitan del trabajo voluntario de personas para clasificarlos, preparar los paquetes y gestionar el porte y la documentación necesaria, así como los trámites para que puedan llegar a su destino.
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