Apertura del Jubileo en la cárcel de Valdemoro
Empieza el Jubileo en las cárceles madrileñas: «Los internos pasarán como signo de penitencia»
Este domingo se inaugura el Año Santo en los templos jubilares españoles
El arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo celebra este viernes la Navidad en la prisión de Soto del Real junto a las personas que allí cumplen condena. Este año tiene un carácter excepcional, ya que además se abrirá la Puerta Santa de esta cárcel. «Nosotros abriremos la puerta y todos los internos que acuden diariamente a las eucaristías pasarán por ella como signo de penitencia y sobre todo de conversión», explica Paulino Alonso, el capellán de la penal.
No es exactamente una Puerta Santa, pero este viernes, con la presencia del cardenal, habrá un acto simbólico y todos los internos pasarán por ella en sentido de penitencia y arrepentimiento». Se trata de un mural pintado que imita ladrillos y que el arzobispo de Madrid tendrá el privilegio de romper. La puerta santa da acceso al salón de actos del Soto del Real, donde entre otras muchas actividades se celebra la misa, y por ella cruzarán todos los internos en un acto simbólico de penitencia y arrepentimiento.
Dos días después, dará comienzo el Jubileo en la catedral de la Almudena de Madrid. Es el único templo jubilar que el cardenal José Cobo ha designado en la archidiócesis para que aquellos que no puedan desplazarse a la basílica de San Pedro a lo largo del próximo año tengan una alternativa cerca de casa donde recibir la indulgencia plenaria.
De igual manera, el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, ha celebrado en Valdemoro el inicio del Jubileo. Los presos que han respondido a la invitación, pertenecientes a los nueve módulos de la prisión, han podido ver al inicio de la celebración la apertura de la Puerta Santa de la cárcel italiana y han escuchado la homilía completa que el Papa Francisco dirigió este jueves 26 de diciembre en la prisión romana de Rebibbia.
Monseñor García Beltrán ha comentado sobre la celebración que comienza que «un año jubilar es un año de gracia, un año de liberación. Y la Iglesia nos invita a mirar donde está la verdadera gracia y donde está también la verdadera liberación». En su homilía, también se ha referido a la dificultad de vivir con tantas puertas cerradas en la prisión y a la pregunta que muchos se estarían haciendo: “¿Pero yo puedo abrir alguna puerta? Pues posiblemente la de la cárcel no, pero la de mi corazón sí. Por tanto, hoy tenemos una gran invitación".