
El cardenal Czerny en la plaza de San Pedro
Entrevista | Michael Czerny
El prefecto para Desarrollo Humano Integral: «'Laudato Si' es como sembrar mil semillas en la tierra»
Michael Czerny conversa en esta entrevista con El Debate sobre el sufrimiento de la creación a causa del cambio climático, el impacto de la encíclica Laudato Si y los nuevos proyectos del Dicasterio
Diálogo y fraternidad para salvar la Creación, ayuda a los obispos para aplicar localmente el desarrollo humano integral, los efectos de la Laudato Si del Papa Francisco en la humanidad. Estos son algunos de los temas que abordamos en una entrevista que el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, concedió a El Debate. El cardenal nos recibió en la sede del Dicasterio en Roma.
–La Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación de 2023 centró la atención en la grave crisis climática que está cambiando el mundo. En su opinión, ¿cuánto está sufriendo realmente la Creación ante estos cambios climáticos?
–Primero, una premisa. Para nosotros la pregunta más importante es: «¿Cómo se siente el pueblo de Dios ante los problemas que sufre hoy la Creación?». Puede responderse de mil maneras diferentes. Por eso preferimos no generalizar sobre un solo aspecto. El clima es un fenómeno global muy sentido, pero vinculado con el medio ambiente. Y la experiencia del medio ambiente, incluido el clima, es particular: hay que contextualizarla, y depende del momento histórico, de las situaciones que se dan en el mundo, de los problemas que surgen. Preferimos estar en contacto con esta perspectiva.

Michael Czerny
–Hay dos respuestas relacionadas. La primera respuesta se encuentra en el penúltimo capítulo de la encíclica Laudato Si. En el quinto capítulo, el Papa responde a la pregunta que plantea, de una manera que yo calificaría como impresionante. Dice: «Intentemos ahora trazar algunos grandes caminos de diálogo que nos ayuden a salir de la espiral de autodestrucción en la que nos estamos hundiendo». Aquí: la primera respuesta está contenida en la palabra «diálogo». El Papa aplica esta palabra a determinados ámbitos de la realidad humana, como el medio ambiente, la política internacional, la economía, la transparencia de los procesos decisorios, la religión, la ciencia. Por lo tanto, insisto, la primera respuesta a su pregunta es que la única vía, la única técnica, la única dinámica que puede resolver los problemas del planeta es el diálogo. En cambio, la segunda respuesta está relacionada a la primera, y reside en la encíclica Fratelli tutti : los participantes en este diálogo que quieren buscar soluciones para el planeta, deben relacionarse entre sí como hermanos y hermanas; no como hermanos y siervos; o hermanos y algo más. Así que la respuesta a su pregunta es sencilla: diálogo y fraternidad.
–Plataforma de Acción Laudato Si: ¿qué pretende este proyecto del Dicasterio?
–El objetivo principal es una tercera palabra, que se añade a las dos de la respuesta anterior: acción. La plataforma quiere ayudar a las personas a dar los pasos que llevan al inicio de la conversión; esa conversión integral que promueve la encíclica Laudato si. La idea es ofrecer un espacio compartido donde cada uno pueda descubrir y compartir los temas más interesantes para sí mismo, a la vez que se mantiene en contacto con otras personas que buscan información similar. De este modo queremos crear comunidades virtuales de diversas categorías: escuelas, parroquias, familias, universidades, organizaciones, etc. Queremos conseguir, por ejemplo, que un universitario, inscribiéndose en la sección de la plataforma que le interese, pueda encontrar respuestas a las preguntas que busca, y conectarse con otros participantes y grupos del mundo universitario. Pero la lista de categorías no es cerrada. También puede ampliarse para incluir aquellas que no están presentes en el proyecto.
–En su opinión, ¿qué impacto concreto ha tenido Laudato Si en la humanidad hasta la fecha?
–Podemos decir que Laudato Si ha facilitado el Acuerdo de París, en lo que respecta a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. También lo ha mejorado. Además, sinceramente, no sabemos cuáles serán los efectos de la encíclica sobre la humanidad. Para explicarlo, me remito a la imagen bíblica y evangélica del que siembra: cosecha semillas en la tierra, pero no puede saber si la semilla será buena o mala. Laudato Si no es «una cosa», sino que es cómo sembrar mil semillas en la tierra. Habría que hacer una enorme investigación para comprender hasta ahora lo que ha generado en el pueblo de Dios, es decir, lo que han creado estas semillas.
–Otro proyecto en el que el Dicasterio está trabajando intensamente es Economía de Francisco. ¿Cómo va?
–La gran paradoja de Economía de Francisco «es que el camino que ha recorrido y el punto al que ha llegado hoy no habrían sido posibles sin el covid. Está claro que el covid tuvo un fuerte impacto, a primera vista frustrantemente negativo. En un momento dado decidimos que era imposible organizar una reunión, pero los jóvenes no se desanimaron. No esperaron a la convocatoria de Asís y empezaron a »hacer equipo". Con este espíritu de intercambio y colaboración, desarrollado esencialmente a través de la comunicación virtual, llegaron a Asís, en noviembre de 2022, con muchos conocidos. Y allí sociabilizaron, tuvieron experiencias, instauraron relaciones. Integraron lo que ya habían construido durante el covid. Esta es la paradójica historia de la Economía de Francisco».

El cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral
–¿Cómo puede ramificarse y concretarse a nivel local el compromiso de Economía de Francisco, dadas las dificultades cada vez mayores de la economía?
–Creo que en mi respuesta anterior doy una perspectiva sobre esta cuestión. La pregunta que hace, es típica del proceso que va de la conferencia a la aplicación, pero no es el caso, ya que la covid ha cambiado el camino de la Economía de Francisco. El seguimiento de la experiencia de Asís nos ha transmitido dos cosas. Primero: los jóvenes regresaron a casa con una confirmación más o menos crítica del camino que habían iniciado en sus respectivos territorios durante el periodo covid. Segundo: las nuevas ideas, los nuevos vínculos y las nuevas colaboraciones nacidas en Asís, y luego facilitadas por internet, nos dicen que el camino de la «Economía de Francisco» avanza bien también a nivel local. Saco una lección de lo ocurrido con la «Economía de Francisco»: no es una conferencia, ni el lugar ideal para iniciar un proceso; pero sí es un lugar donde se puede ampliar un camino ya iniciado y mejorarlo, reforzarlo».
–Una última pregunta. ¿Cuáles son los principales objetivos que le gustaría perseguir con el Dicasterio en 2024?
–La respuesta, en cierto sentido, ya está expresada en la Constitución Apostólica Predicate Evangelium. Es nuestra misión, nuestra orientación, en cierto sentido también nuestra metodología, que están inspiradas y confirmadas en Predicate Evangelium. Nuestra misión es, en gran medida, promover el desarrollo humano integral. Las personas clave con las que tenemos que trabajar son el Santo Padre y los obispos. Colaborar con y/o apoyar al Santo Padre es bastante obvio, ya que somos oficinas de la Curia y trabajamos en sinergia con ella.
Pero con los obispos hemos dejado claro que, dado que el desarrollo humano integral es un proceso que afecta a las personas en todas partes, en todos los territorios, en todas las diócesis, nuestra misión, como Iglesia, es acompañar a cada persona en la búsqueda y realización de ese desarrollo. Y podemos hacerlo en la medida en que ayudemos a los obispos, y a quienes trabajan con ellos, en esta misión, a identificar los obstáculos que se oponen al desarrollo humano integral en cada diócesis, esté donde esté. Y no es un camino que solo necesitan los pobres, sino que abarca a todos. Así que, en resumen, estamos aprendiendo cómo hacer esta tarea y cómo dialogar con ellos, y cómo podemos ayudarles en este desafío. Y ayudamos también al Santo Padre diciéndole siempre lo que hacemos y siguiendo su consejo paterno.