El Papa León XIV llega para la audiencia general en la plaza de San Pedro
Audiencia General
«¡Ábrete a la vida que has renunciado afrontar!»: León XIV espolea a los jóvenes a salir del aislamiento
La Plaza de San Pedro volvió a vibrar este miércoles con miles de jóvenes que, tras inaugurar el Jubileo con una misa cargada de alegría y fe, dan testimonio de una generación que no teme seguir a Cristo
La Plaza de San Pedro amaneció este miércoles desbordante de entusiasmo juvenil. Eran los mismos miles de jóvenes que, apenas unas horas antes, en la tarde de este martes, habían dado inicio oficial al Jubileo de los Jóvenes con una misa inaugural marcada por la esperanza, la alegría y la fuerza de la fe. Un anticipo vibrante de lo que se vive estos días en Roma: jóvenes que no tienen miedo de ser testigos de Cristo.
En ese ambiente, el Papa León XIV ofreció una catequesis especialmente significativa. Con ella puso fin al ciclo dedicado a la vida pública de Jesús, centrando su reflexión en una sola palabra tomada del Evangelio de Marcos: «¡Efatá!» –¡Ábrete!–.
Una invitación directa a romper el encierro emocional y la incomunicación que muchas veces se esconden tras la aparente conexión de estos días. «Vivimos en una sociedad que se está enfermando a causa de una bulimia de conexiones en las redes sociales», denunció el Papa, aludiendo al exceso de estímulos que hoy asaltan a través de pantallas, imágenes y mensajes contradictorios. Un contexto, dijo, que genera «una tormenta de emociones» y puede llevarnos a «preferir no sentir nada».
Un Evangelio que interpela hoy
El Pontífice se apoyó en el relato del Evangelio de Marcos, que narra la curación de un sordomudo por parte de Jesús. «Quizá este hombre decidió no hablar más porque no se sentía comprendido. Quizá apagó toda voz porque estaba herido por lo que había oído», reflexionó.
En ese gesto de llevarlo a Jesús, el Papa vio una imagen viva de la Iglesia: acompañar a cada ser humano hasta Jesús para que escuche su Palabra». Jesús, según el relato, no se limita a curar desde lejos. Se acerca, lo lleva aparte, lo toca, y pronuncia solo una palabra: «Efatá».
Una palabra cargada de sentido para hoy: «¡Ábrete a este mundo que te asusta! ¡Ábrete a las relaciones que te han decepcionado! ¡Ábrete a la vida que has renunciado a afrontar!», afirmó con fuerza el Santo Padre.
«No hay atajos para convertirse en discípulos de Jesús»
León XIV profundizó también en la experiencia del silencio. No el silencio contemplativo, sino aquel que nace del miedo, la inseguridad o el desencanto. «Todos necesitamos pedirle al Señor que sane nuestra forma de comunicarnos, no solo para ser más eficaces, sino para evitar herir con nuestras palabras», dijo. Y recordó que hablar «normalmente», como señala el Evangelio, no es un punto de llegada, sino de partida: un proceso que requiere tiempo, confianza y verdad.
El Papa recordó que el verdadero conocimiento de Jesús no se alcanza de forma superficial ni instantánea. «No hay atajos para convertirse en discípulos de Jesús», advirtió. Seguir a Cristo, subrayó, implica recorrer un camino: estar con Él no solo en la alegría de los milagros y en la fuerza de sus palabras esperanzadoras, sino también en la experiencia de «atravesar su Pasión». Conocer verdaderamente a Jesús, añadió, supone contemplarlo «humillado y sufriendo», acompañarlo en su entrega y experimentar en lo profundo de la propia vida «el poder salvífico de su Cruz».