El Papa rezando ante la tumba de san Francisco de Asís
El Papa pide a la Iglesia italiana «no retroceder» en la fusión de diócesis y «unir fuerzas»
En una breve pero intensa visita a Asís, León XIV cerró la 81.ª Asamblea General del episcopado italiano subrayando la necesidad de situar a Cristo en el centro de toda actividad eclesial
En una breve pero intensa visita a Asís, León XIV cerró en la mañana de este jueves, 20 de noviembre, la 81.ª Asamblea General del episcopado italiano con un discurso que apunta a lo que al corazón de la misión de la Iglesia: «Mirar a Jesús es la primera cosa a la que también nosotros estamos llamados. La razón de nuestra presencia aquí es la fe en Él, crucificado y resucitado».
La esencia del mensaje se centró precisamente en la necesidad de situar a Cristo en el centro de toda actividad eclesial. Recordando un discurso suyo previo, León insistió en que la Iglesia necesita más que nunca «poner a Jesucristo en el centro y, siguiendo el camino indicado por Evangelii gaudium, ayudar a las personas a vivir una relación personal con Él, para descubrir la alegría del Evangelio. En un tiempo de gran fragmentación, es necesario volver a los fundamentos de nuestra fe, al kerygma».
75 años y un relevo necesario
El desafío principal que el Papa estadounidense presentó a los obispos es el desarrollo y la maduración de un espíritu verdaderamente sinodal. La sinodalidad, entendida como «caminar juntos los cristianos con Cristo y hacia el Reino de Dios, en unión con toda la humanidad», exige un ejercicio efectivo de colegialidad, que se traduce en la toma de decisiones compartidas.
En este contexto de comunión , el Papa abordó temas delicados relacionados con la eficiencia pastoral y la estructura territorial. Los cambios demográficos, culturales y eclesiales obligan a la Iglesia italiana a «no retroceder» en el tema de las fusiones de diócesis, «sobre todo allí donde las exigencias de la proclamación cristiana nos invitan a superar ciertos límites territoriales y a abrir más nuestras identidades religiosas y eclesiales, aprendiendo a trabajar juntos y a repensar la acción pastoral uniendo fuerzas».
Esta renovación estructural también afecta la duración del servicio episcopal. Para evitar que «la inercia» frene los cambios necesarios, hizo hincapié en la importancia de cultivar la actitud interior de «aprender a despedirse». El Papa recomendó respetar la norma de los 75 años para la conclusión del servicio de los Ordinarios en las diócesis, aclarando que solo en el caso de los cardenales se podrá evaluar una continuación del ministerio, posiblemente por otros dos años.
Atención a víctimas de abusos
El discurso del Santo Padre no eludió la compleja realidad que vive el mundo. La época actual está marcada por fracturas, «mensajes de hostilidad y violencia», donde la carrera hacia la eficiencia margina a los frágiles y la omnipotencia tecnológica coarta la libertad. Ante este panorama, el Espíritu exhorta a la Iglesia a ser «artesanos de amistad, de fraternidad, de relaciones auténticas», convirtiéndose así en «profecía de paz para el mundo».
En línea con un humanismo integral que promueve la vida y el cuidado de toda criatura, el Pontífice destacó la urgencia de la Iglesia de vivir entre la gente, «acoger sus preguntas, aliviar sus sufrimientos y compartir sus esperanzas». Además, les insistió en seguir cerca de las familias, los jóvenes, los ancianos y los más pobres.
Otro punto de atención fue su insistencia en la protección de los menores y adultos vulnerables. El Papa exhortó a desarrollar una cultura de prevención de toda forma de abuso, asegurando que la acogida y escucha de las víctimas son «el rasgo auténtico de una Iglesia que, en la conversión comunitaria, sabe reconocer las heridas y se compromete a aliviarlas».
Tampoco eludió el desafío digital, un tema sobre el que el Papa suele insistir con frecuencia. Instó a que la pastoral no se limite al mero uso de los medios, sino que se centre en educar a habitar lo digital de manera humana, evitando que la verdad se pierda en la multiplicación de las conexiones y buscando que la red se convierta en un espacio de libertad y responsabilidad.