Los obispos españoles, «muy contentos» tras su encuentro con León XIV, que podría visitar España «relativamente pronto»

Apocos metros de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y en plena Plaza de San Pedro, monseñor Luis Argüello ha resumido en pocos minutos la impresión que la cúpula de la Conferencia Episcopal Española (CEE) se lleva de su primer encuentro con el Papa León XIV. «Salimos muy contentos del encuentro que hemos tenido con el Santo Padre», ha afirmado nada más comenzar, todavía con el ritmo de una mañana intensa en el Vaticano.

La audiencia, solicitada desde la elección del Pontífice y concedida en agosto, ha reunido a toda la Comisión Ejecutiva, no solo a su presidente, vicepresidente y secretario. La agenda ha sido amplia: desde la situación pastoral de la Iglesia en España hasta los procesos abiertos por abusos, pasando por la diversidad territorial, el papel de los laicos o la realidad del clero en un país en el que, según ha destacado Argüello, se están incorporando «bastantes sacerdotes que llegan de Hispanoamérica y también de África».

Argüello destacó también la familiaridad del nuevo Pontífice con la realidad eclesial española, un aspecto que —dijo— se percibió claramente durante la conversación. «Hemos comprobado, además, que León XIV conoce bien España: su etapa como agustino y su trabajo en la Congregación para los Obispos le permiten tener un conocimiento bastante profundo de nuestra Iglesia», afirmó.

Evangelización y la «España postsecular»

El tema central ha sido, según el presidente de la CEE, la evangelización en un contexto que describió como «una sociedad española ya no secularizada, sino postsecular». En ese escenario, aseguró, se detectan nuevas búsquedas religiosas. León XIV habría confirmado esa percepción: «Se ha hecho eco de las noticias que le llegaban sobre un cierto resurgir del interés espiritual y de la búsqueda religiosa, también cristiana, especialmente entre jóvenes».

Argüello aportó un dato que todavía no es público en España, pero que compartió con el Papa: «Este año el número de seminaristas ha crecido, sumando más de un centenar respecto al año pasado». Además, mencionó el aumento de jóvenes que se acercan a iniciativas de nueva evangelización en prácticamente todas las diócesis.

Abusos: investigación, garantías y reparación

El presidente de los obispos no esquivó uno de los temas que más ha estado en el foco mediático estas semanas: la investigación abierta al obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza. Recordó que el procedimiento «lleva quince días abierto» y que la Iglesia debe mantener «dos derechos: el derecho de cualquier víctima a plantear su caso y el derecho a la presunción de inocencia». Subrayó que el Santo Padre está «por supuesto» al tanto del proceso, aunque no ofreció ninguna conclusión.

Preguntado por la posible aceptación de la renuncia del obispo, Argüello fue preciso: «Nos han transmitido que quizá sea aceptada. Cuando o como vaya a ser aceptada, no».

También abordó la lentitud de los procesos canónicos, un punto que —confirmó— se ha comentado con el Papa: «Los procesos casi siempre son lentos porque son garantistas». Y remarcó que la Iglesia española ha puesto en marcha «un sistema de reparación para víctimas cuyos casos estén prescritos o cuyos acusados hayan fallecido», un camino que, dijo, ha recibido una valoración positiva por parte de la Santa Sede.

Posible viaje del Papa: «Salimos esperanzados»

Uno de los titulares del día fue la posibilidad de una visita papal a España. «Salimos esperanzados de que esta visita pueda realizarse relativamente pronto», afirmó, aunque recordó que «solo la Santa Sede anuncia los viajes».

Sobre la mesa están varias propuestas: desde una visita a Canarias por la cuestión migratoria —ya prevista en tiempos de Francisco—, hasta la celebración de diversos centenarios, la culminación de la Sagrada Familia o el contexto de la «España vaciada», un tema que Argüello mencionó sin rodeos: «Queremos que conozca tanto la España urbana como la España rural».

La delegación española mantuvo también un breve encuentro con el cardenal Pietro Parolin, que había llegado a Roma de madrugada procedente de Benín. «Hemos agradecido mucho que quisiera saludarnos», explicó. La conversación repasó los encuentros recientes entre el Gobierno y la Santa Sede y, en particular, la cuestión de la confianza de las víctimas en los procedimientos. «También hemos comentado —especialmente el arzobispo de Madrid— el resultado del concurso de ideas sobre el Valle de los Caídos, para que el cardenal tuviera información directa».

Como es tradición, los obispos llevaron regalos. Entre ellos, una Biblia con la traducción de la Conferencia Episcopal y dos números de la revista Ecclesia dedicados al Papa. También entregaron un donativo para su caridad. El encuentro con León XIV ha durado una hora y parece marcar el inicio de una relación cercana y de trabajo conjunto entre la Iglesia española y el nuevo Pontífice.