Cada año casi 2,3 millones de personas son diagnosticadas con cáncer de mama en el mundo
Siete señales del cáncer de mama que debes conocer para una detección precoz
La autoexploración y la detección precoz es fundamental para lograr un diagnóstico temprano
El cáncer de mama continúa siendo el tipo de tumor más diagnosticado entre la población femenina. No obstante, los avances médicos y la concienciación social en torno a la autoexploración han permitido que, en sus fases iniciales, más del 90 % de los casos puedan tratarse con éxito. La clave, según destacan los especialistas, radica en la detección temprana.
Una de las voces más reconocidas en este ámbito es la de la doctora Elisabeth Arrojo, especialista en Oncología Radioterápica y actual directora de la Clínica Inmoa y del Centro Nacional de Prevención del Cáncer. Su trayectoria profesional ha estado marcada por una apuesta decidida por la innovación clínica, pero también por una medicina más humana y cercana.
Arrojo ha desarrollado una técnica que reduce drásticamente la duración del tratamiento con radioterapia, pasando de las tradicionales 33 sesiones a una única aplicación. Además, ha incorporado la Oncothermia a sus protocolos, una modalidad que refuerza la eficacia de tratamientos como la quimioterapia, la inmunoterapia y la propia radioterapia, al tiempo que disminuye sus efectos secundarios y mejora la tolerancia del paciente.
«El cáncer de mama puede prevenirse, y cuando se detecta a tiempo, puede curarse. La información es poder, y conocerse a una misma es el primer paso para salvar vidas», subraya la doctora Arrojo.
Desde su experiencia, insiste en que, aunque este tipo de cáncer no suele provocar dolor en sus primeras fases, sí ofrece señales que pueden alertar sobre su presencia. Conocerlas y saber interpretarlas es fundamental para anticiparse a la enfermedad. A continuación, detallamos los siete signos a los que conviene estar especialmente atenta:
Bulto en la mama
La autoexploración mensual es una herramienta sencilla y eficaz. Detectar un nódulo o protuberancia, aunque no resulte doloroso, debe ser motivo de consulta médica. Buena parte de los diagnósticos tempranos se producen precisamente gracias a esta práctica.
Alteraciones en la piel
Cambios como enrojecimiento, rugosidad o una textura similar a la piel de naranja deben valorarse clínicamente, pues pueden indicar la presencia de células tumorales.
Modificaciones en el pezón
Una retracción, hundimiento o desplazamiento del pezón puede ser consecuencia de alteraciones internas que requieren estudio.
Secreciones anómalas
La aparición de fluidos por el pezón —ya sean claros, amarillentos o con restos de sangre— en ausencia de lactancia es una señal que nunca debe ignorarse.
Cambios en el pecho
Una asimetría repentina, deformidad o retracción de alguna zona de la mama es motivo suficiente para acudir a un especialista.
Inflamación o bulto en la axila
A veces, el primer indicio no se localiza en la mama sino en los ganglios axilares. La detección de un abultamiento en esta zona puede estar relacionada con la propagación local del tumor.
Dolor persistente
Aunque el dolor no es un síntoma frecuente en los primeros estadios, si aparece de forma continuada y sin causa aparente, conviene investigarlo.
Prevenir es ganar tiempo
Desde el Centro Nacional de Prevención del Cáncer, la doctora Arrojo insiste en la importancia de complementar la autoexploración con revisiones periódicas, mamografías y hábitos de vida saludables. Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio de forma regular, evitar el tabaco y limitar el consumo de alcohol, así como controlar el peso corporal, son factores que contribuyen a reducir el riesgo.
«La prevención no solo salva vidas, también empodera a las mujeres para que tomen el control de su salud», destaca la especialista.
El mensaje es claro: vigilar los signos, conocerse bien y no retrasar las consultas médicas puede marcar la diferencia entre un tratamiento eficaz y una enfermedad avanzada. Conocer estas señales y actuar a tiempo es, en definitiva, una forma de cuidar la vida.