Un anciano camina por la zona de la ruta de Los Ancares, en Lugo, Galicia
Dan Buettner, experto en longevidad: «La gente que más años vive no hace crossfit ni pilates»
Los más ricos del planeta llevan años estudiando los secretos de la longevidad. El objetivo, llegar a cumplir los 100 años siendo aún 'jóvenes' o, al menos, sentirse en plena forma física.
Uno de los mayores expertos en este tema es Dan Buettner, reconocido periodista, escritor e investigador que ha dedicado las dos últimas décadas a estudiar el estilo de vida de las llamadas Zonas Azules, regiones del mundo donde las personas alcanzan una longevidad excepcional.
En una entrevista reciente en el pódcast de ZOE, Dan Buettner, destacó un aspecto que considera fundamental para entender la longevidad de estos habitantes: su relación con la actividad física es muy distinta a la de las sociedades modernas.
«La gente de las zonas azules no hace deporte, lo cual nos resulta chocante a muchos de nosotros» y añade: «No ves a nadie practicando crossfit, pilates ni usando una elíptica en su casa. Sin embargo, viven en zonas donde, cada vez que van al trabajo, a visitar a un amigo o salen a comer, tienen que caminar», según Buettner, esto es lo que marca la diferencia, tienen el ejercicio integrado en su forma de vida. «Suelen tener huertos en la parte trasera de sus casas y cultivan durante dos o tres temporadas al año. Sus hogares no están repletos de comodidades mecánicas o tecnológicas que hagan el trabajo por ellos. Realizan sus propias tareas domésticas y de jardinería, y amasan el pan a mano», explica.
Este patrón de actividad natural y constante, constituye una de las claves que explican la extraordinaria longevidad observada en estas regiones.
Alimentación
La alimentación es otra de las patas fundamentales de la longevidad en estas zonas. En concreto, en uno de estos viajes experimentales, Buettner descubrió uno de los secretos que mayor salud aporta a la población centenaria de una de estas zonas señaladas: la primera comida que ingieren por la mañana.
En la península de Nicoya, en Costa Rica, los habitantes más longevos se despiertan a las cuatro de la mañana, cuando empiezan a cocinar su desayuno diario.
Se trata, nada más y nada menos, que de una tortilla nixtamal. Este plato, no demasiado visto en España, consiste en una tortita de maíz compuesta por frijoles picantes y masa de maíz. Todo ello se prepara sobre las brasas y la ceniza de la leña.
Esta tortilla contiene altos nutrientes y fibras que ayudan a comenzar el día con energía, sin tener que sufrir picos de azúcar en sangre durante el resto de la mañana. Debido a la fuente de hidratos de carbono, la glucosa circula progresivamente más lenta, lo que evita de esta forma los bajones energéticos.
La fibra, la proteína y los antioxidantes también juegan un papel importante en esta dieta, ya que están presentes en los alimentos que se consumen en este tipo de alimentación.