Las razones por las que ayudar a los demás aporta felicidad
- Se genera en nosotros una sensación de valía y autorrealización: hemos sido útiles para el otro, nos ha necesitado y hemos podido resolver su necesidad. Esto genera una satisfacción en cada persona que cala en la estima en la que nos tenemos. Se refuerza la idea de que somos capaces de ayudar y que valemos.
- La respuesta de gratitud del otro. No tiene por qué ser un «gracias» verbal. Puede ser un gesto o una mirada. Pero a todo el mundo le gusta que le agradezcan su trabajo, porque significa que se ha tenido en cuenta el esfuerzo y dedicación que le hemos puesto. Podríamos decir que es otra gota que llena nuestro vaso de valía.
- En muchas ocasiones, se da también una salida de nuestra zona de confort. Nos enfrentarnos a situaciones que a lo mejor en otra situación no nos hubiésemos atrevido, y esto, sin duda, nos ayuda a crecer. Ampliamos nuestro repertorio de habilidades para enfrentarnos al mundo.
- No podemos olvidarnos que, en la base, somos un animal social (título del libro de Eliot Aronson de psicología Social). Por muchos años de evolución que pasen, no dejamos de serlo y parte de la sociedad se sustenta en la idea de ayudarnos los unos a los otros.