El doctor Abascal en su video semanal
Unos mínimos de ira pueden dañar tu corazón, con el doctor Abascal
Un estudio de la Universidad de Columbia revela que tan solo ocho minutos de ira pueden afectar a los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares
El Dr. Ramón Abascal regresa una semana más a la sección de Salud + Bienestar para El Debate, un espacio en el que el especialista analiza temas clave del ámbito sanitario con el objetivo de informar y concienciar al público. En esta ocasión, aborda la conexión entre la ira y la salud cardiovascular.
En su nuevo vídeo, el Dr. Abascal explica que apenas unos minutos de ira intensa pueden tener consecuencias fisiológicas significativas para el corazón. Apoyado en un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad de Columbia en Nueva York, el médico destaca que tan solo ocho minutos de enfado bastan para alterar de forma notable la función de los vasos sanguíneos.
Este fenómeno, conocido como disfunción endotelial transitoria, consiste en la pérdida temporal de la capacidad de los vasos sanguíneos para dilatarse adecuadamente. Esta alteración no es menor, ya que puede favorecer la aparición de patologías graves como la hipertensión, la angina de pecho o incluso el infarto agudo de miocardio.
El estudio fue realizado con al menos 200 participantes expuestos a diferentes estímulos emocionales. Aquellos inducidos a estados de ira presentaron, en pocos minutos, alteraciones vasculares más marcadas que otros grupos sometidos solo a ansiedad leve. Lo más llamativo, según Abascal, fue que incluso los jóvenes mostraron una respuesta cardiovascular negativa ante episodios breves de enfado.
La explicación radica en la liberación masiva de hormonas del estrés como la adrenalina y el cortisol, que elevan la presión arterial, aumentan la frecuencia cardíaca y activan procesos inflamatorios. Esta sobrecarga, si se mantiene en el tiempo, puede dañar el sistema cardiovascular.
Como estrategia preventiva, el Dr. Abascal recomienda incorporar prácticas como la respiración profunda, la meditación y el ejercicio físico, que pueden revertir los efectos negativos en menos de una hora y proteger nuestra salud a largo plazo.