Choque térmico

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Consejos de verano

Choque térmico: el verdadero peligro de bañarse después de comer

El conocido «corte de digestión» que puedes sufrir si te bañas habiendo comido poco antes se puede considerar una leyenda urbana. Sin embargo, debemos ser precavidos con los cambios bruscos de temperatura

Durante los meses de verano oímos hablar de la amenaza de sufrir un corte de digestión si nadamos nada más después de comer. Algunos afirman que el tiempo de espera debe de ser de 30 minutos y otros lo alargan hasta dos horas per, ¿existe realmente evidencia científica que relacione haber comido poco antes con ahogamientos?
No se han registrado casos en los que haya habido ahogamientos causados por una comida anterior. La recomendación de esperar un tiempo antes de zambullirse en el agua después de haber comido puede considerarse un mito. Esta advertencia tiene una conexión lógica con el choque térmico.

¿Qué es un choque térmico?

Este fenómeno puede darse si uno se introduce en agua muy fría de forma brusca, lo cuál produce un colapso circulatorio. La tensión baja precipitadamente, produce una hipotensión, una especie de síncope. Algunos de sus efectos pueden ser mareos, vómitos, e incluso la pérdida de consciencia. Esto puede ser especialmente peligroso en el agua ya que puede desembocar en un ahogamiento.

¿Cómo evitarlo?

Para eliminar el riesgo de un choque térmico el proceso ha de hacerse progresivamente. Si se deja que el cuerpo se aclimate, metiéndose con cuidado y de forma lenta, no tiene por qué darse la situación. Igualmente, este fenómeno se puede relacionar con la digestión en cierto modo. Ante un cambio brusco de temperatura, la digestión puede detenerse para derivar el flujo sanguíneo desde el tubo digestivo a la piel, y darse lo que médicamente se denomina hidrocución, lo que conocemos como «corte de digestión».
Por otro lado, el aparato digestivo requiere una mayor concentración de oxígeno y sangre para digerir la comida por lo que en el cerebro hay un menor aporte y suele producirnos somnolencia. Realizar actividad física a la vez, sea en agua o no, aumenta el ritmo respiratorio y cardiovascular al tener que aportar oxígeno y sangre a los grupos musculares también.
Por tanto, conviene evitar el shock termodiferencial, hayamos comido o no, duchándonos antes de zambullirnos de golpe para evitar perder la conciencia y ahogarnos. Al igual que no haciendo ejercicio físico después de comer.
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