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La ingesta adecuada de energía en el desayuno mejora los niveles de triglicéridosGTRES

Alimentación

¿Es bueno desayunar? La ciencia tiene una clara respuesta

Un estudio recomienda tomar en la primera comida del día una cuarta parte de la ingesta diaria

Tomar un desayuno de calidad que aporte la cantidad de energía adecuada para afrontar la jornada, en torno a una cuarta parte de la ingesta diaria, reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Así lo destaca un estudio realizado por el Instituto de Investigación Hospital del Mar y publicado en la revista Journal of Nutrition, Health and Aging. Los investigadores explican que se entiende un desayuno de calidad aquel que incluye las cantidades adecuadas de proteínas, grasas de alto valor, fibra y minerales como potasio y hierro, evitando al mismo tiempo el exceso de azúcares añadidos y grasas saturadas.

La investigación siguió la evolución de 383 participantes en el proyecto PREDIMED-Plus, un ensayo clínico aleatorizado que comparaba los efectos de una dieta mediterránea combinada con actividad física frente a las recomendaciones dietéticas solas sobre la enfermedad cardiovascular.

Factores a tener en cuenta

En este nuevo trabajo se han tenido en cuenta dos factores:

  1. En primer lugar, la ingesta energética del desayuno en relación con la ingesta total diaria, distinguiendo entre una ingesta calórica adecuada (20-30 % del total diario) y otros niveles.
  2. En segundo lugar, los investigadores analizaron los efectos de consumir un desayuno de alta calidad con un equilibrio adecuado de proteínas, grasas, fibra y otros nutrientes.

Encontraron que consumir una cantidad adecuada de energía por la mañana y hacerlo con alimentos de alta calidad contribuía a reducir los factores de riesgo cardiovascular.

Qué aportó un buen desayuno

El estudio siguió a los participantes durante tres años. Todos tenían entre 55 y 75 años y presentaban sobrepeso u obesidad. Se evaluaron diversos factores de riesgo:

  • Cardiovascular, entre ellos el peso, la circunferencia de la cintura (un indicador de obesidad abdominal)
  • El perfil lipídico (niveles de colesterol y triglicéridos)
  • La presión arterial
  • Los marcadores de diabetes

Los resultados indican que los participantes que consumían entre el 20 y el 30 % de la ingesta energética diaria por la mañana presentaban mejores resultados en varios factores de riesgo.

Menor peso

Su peso corporal evolucionó de manera más favorable en comparación con los participantes que consumían más o menos energía en el desayuno. Al final del estudio, estos participantes tenían un índice de masa corporal entre un 2 y un 3,5 % menor y una circunferencia de cintura entre un 2 y un 4 % menor.

Colesterol y triglicéridos

La ingesta adecuada de energía en el desayuno también se asoció con niveles significativamente más bajos de triglicéridos (reducción del 9 al 18 %) y niveles más altos de colesterol HDL (aumento del 4 al 8,5 %). Otros marcadores mostraron cambios menos significativos.

En cuanto a la calidad del desayuno, los resultados también fueron positivos. Los participantes que consumieron un desayuno de calidad tenían un perímetro de cintura un 1,5 % más pequeño, un 4 % menos de triglicéridos y un 3 % más de colesterol HDL.

Qué se come y cómo se come

Según Álvaro Hernáez, investigador del Instituto de Investigación Hospital del Mar, CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) y catedrático de la Facultad de Ciencias de la Salud Blanquerna de la Universidad Ramon Llull, «el desayuno es la comida más importante del día, pero importa qué se come y cómo se come. Controlar la ingesta de cantidades (ni demasiado ni demasiado poco) y garantizar una buena composición nutricional es fundamental. Nuestros datos demuestran que la calidad se asocia a una mejor evolución de los factores de riesgo cardiovascular. Tan importante es desayunar como desayunar de calidad».

La doctora Montse Fitó, coordinadora del Grupo de Investigación en Riesgo Cardiovascular y Nutrición del Instituto de Investigación Hospital del Mar y CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), destaca que tanto la adecuación como la calidad energética son claves para prevenir el riesgo cardiovascular. «Hemos comprobado que las recomendaciones dietéticas sobre la calidad de los alimentos han sido efectivas para mejorar la evolución de los factores de riesgo a lo largo del tiempo en adultos con alto riesgo cardiovascular», afirma.

Los resultados del estudio se han ajustado para que sean atribuibles a la ingesta energética del desayuno y a la calidad de los alimentos y no a otros factores, por lo que Karla-Alejandra Pérez-Vega, investigadora del Hospital del Mar y del CIBEROBN, concluye que «fomentar hábitos saludables en el desayuno puede contribuir a un envejecimiento saludable al reducir el riesgo de síndrome metabólico y enfermedades crónicas asociadas, mejorando así la calidad de vida».

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