Vino tinto

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Salud dental

Cómo afecta el alcohol a nuestros dientes

El consumo de alcohol puede afectar negativamente a nuestra salud bucodental

Que el alcohol es malo para la salud no es información nueva para nadie. Sus efectos negativos pueden afectar a nuestro cuerpo tanto a corto como a largo plazo. Afecta a diversos órganos y sistemas, aumentando el riesgo de enfermedades y problemas de salud mental. Pero, ¿sabías que también influye directamente en tu salud bucodental?

El consumo de alcohol aumenta el riesgo de caries, enfermedades periodontales, desgaste dental y manchas en los dientes.

Los problemas del alcohol en los dientes

Según un estudio publicado en la revista Microbiome, el consumo de alcohol, sobre todo si este es excesivo, puede influir en el microbioma de la boca, lo que puede afectar negativamente a la salud de las encías y favorecer el desarrollo de gingivitis y periodontitis.

Además, tal y como advierte la Asociación Dental Americana (ADA), la deshidratación que provoca el alcohol disminuye el flujo de la saliva en la boca y, por lo tanto, evita que las bacterias se eliminen de forma natural del esmalte de los dientes. Esta sequedad puede derivar en una mayor tasa de infecciones, peor aliento e, incluso, peor absorción de nutrientes o problemas en la voz.

Y, por supuesto, puede manchar los dientes. El vino tinto es uno de los líquidos que más oscurecen el color blanco de los dientes. Tal y como explican los odontólogos del Colegio de Valencia, «El vino tinto es sin duda el que más daño ocasiona a la estética de la dentadura dada su composición. La ataca por tres vías por su acidez así como por la presencia de taninos y cromógenos. Con un consumo periódico, estas tres sustancias unidas son capaces de oscurecer y transformar unos relucientes dientes blancos en unos con un ligero tono púrpura».

El alcohol y el cáncer

El consumo de alcohol también se ha identificado como un factor de riesgo importante en el desarrollo del cáncer bucal, especialmente cuando se combina con el tabaco. El alcohol dañar las células de la boca, haciéndolas más vulnerables al daño y aumentando la permeabilidad de la mucosa oral, lo que facilita la entrada de sustancias cancerígenas. Además, si se combina este consumo con el tabaco, las probabilidades de desarrollar un cáncer bucal son 15 veces mayor en comparación con personas que llevan unos hábitos más saludables.

Según el Instituto Nacional del Cáncer, «en las personas que beben en moderación, el riesgo es 1,8 veces mayor para el cáncer de cavidad oral (que no incluye el cáncer de labio) y cáncer de faringe (garganta), y 1,4 veces mayor para el cáncer de laringe que las personas que no beben. En las personas que beben en exceso, el riesgo es 5 veces mayor para el cáncer de cavidad oral y cáncer de faringe, y 2,6 veces mayor para el cáncer de laringe».

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