Por qué no deberías echarte perfume en el cuello, según un experto en emergencias

Muchos tenemos el gesto automático: un par de toques de perfume en el cuello antes de salir de casa. Sin embargo, este hábito podría no ser tan inocuo como parece, según advierte Miguel Assal, experto en emergencias, en un reciente vídeo de TikTok.

En redes sociales circula la idea de que aplicar perfume en el cuello puede hacer que sus componentes se absorban y actúen como disruptores endocrinos, afectando a la glándula tiroides. Assal aclara que esta afirmación, por ahora, es más mito que realidad: no hay estudios concluyentes que lo respalden y, de hecho, la probabilidad de que ocurra es muy baja. No obstante, matiza que no se puede descartar por completo, sobre todo si se trata de perfumes no homologados o de origen dudoso.

El experto advierte que algunos perfumes sin certificación pueden esconder ingredientes no declarados. En ciertos casos, estos componentes se ocultan tras pegatinas en el envase o, directamente, no se indican en la etiqueta. Esto supone un riesgo, ya que el consumidor no sabe realmente qué está aplicando sobre su piel.

El verdadero problema: la fotosensibilidad

Más allá de la tiroides, el riesgo más probable es la fotosensibilidad. Algunas fragancias contienen sustancias que, al entrar en contacto con la luz solar, vuelven la piel más vulnerable. Aplicar perfume en zonas expuestas al sol, como el cuello, puede provocar manchas, envejecimiento prematuro o irritaciones cutáneas. Si se repite con frecuencia, el daño puede acumularse y ser visible a largo plazo.

Para minimizar riesgos, la mejor opción es aplicar el perfume sobre la ropa, evitando así el contacto directo con la piel en zonas expuestas. De este modo, se conserva el aroma sin comprometer la salud cutánea.