Así es la radioterapia moderna: nuevas técnicas, inteligencia artificial y mayor precisión

El 19 de diciembre, fecha en la que se conmemora el Día de la Oncología Radioterápica en España, sirve como recordatorio del papel fundamental que desempeña esta disciplina médica desde que, en 1899, se registró la primera curación por radioterapia. En palabras de la doctora Elia del Cerro, jefa del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario La Luz, esta jornada representa «una oportunidad para poner en valor el papel esencial de la radioterapia en la lucha contra el cáncer y para reconocer el compromiso de todos los profesionales que trabajan para ofrecer tratamientos eficaces, seguros y profundamente humanos».

Tal como detalla la especialista, la oncología radioterápica atraviesa una etapa de renovación profunda, impulsada por avances tecnológicos que han revolucionado la forma de afrontar el tratamiento oncológico. «La radioterapia guiada por imagen, la radioterapia adaptativa y la SBRT nos permiten ajustar cada sesión al milímetro; esa precisión se traduce en menos toxicidad y mejores resultados clínicos», afirma. Asimismo, destaca la expansión de la protonterapia en España, tecnología introducida por Quirónsalud en 2019, y la integración progresiva de la inteligencia artificial en la práctica clínica. Esta última, explica, «acelera la planificación, mejora la delineación de órganos y tumores y nos ayuda a tomar decisiones basadas en datos reales. Todo ello tiene un único objetivo: tratamientos más precisos, más seguros y mejor adaptados a cada persona».

Éxito terapéutico

Los avances mencionados no solo se reflejan en el éxito terapéutico, sino que impactan directamente en el bienestar del paciente. «Hoy vemos menos efectos secundarios, menos interrupciones del tratamiento y una recuperación mucho más rápida», puntualiza la doctora. Según remarca, las innovaciones han ampliado también el perfil de pacientes que pueden beneficiarse de la radioterapia, incluidas personas de edad avanzada, pacientes frágiles o con tumores localizados en zonas tradicionalmente difíciles de tratar. «Incluso es posible reirradiar zonas previamente tratadas con técnicas avanzadas como SBRT, guiado por resonancia o con protonterapia, algo impensable hace años», explica.

Además, Del Cerro hace hincapié en la importancia de la radioterapia como parte de un abordaje multidisciplinar. «La radioterapia es un pilar fundamental dentro del abordaje multidisciplinar del cáncer. Combinada con cirugía, quimioterapia, inmunoterapia o terapias dirigidas, potencia la eficacia de estos tratamientos y contribuye al control local de numerosos tumores», señala.

Entre los logros más recientes del equipo del Hospital Universitario La Luz, la doctora subraya la incorporación de la técnica DIBH para el tratamiento del cáncer de mama en el lado izquierdo. Este procedimiento, que implica una inspiración profunda mantenida durante la irradiación, permite reducir la exposición del corazón a la radiación. «Este sistema mejora la seguridad del tratamiento y tiene un impacto directo en la salud a largo plazo de nuestras pacientes; nos sitúa al nivel de las mejores prácticas internacionales», apunta con satisfacción.

La importancia de la IA

Con la vista puesta en el futuro, Del Cerro anticipa una década marcada por innovaciones sustanciales. «La inteligencia artificial será un eje central y transformará la forma de planificar y verificar los tratamientos. Nuevos aceleradores más compactos y con imagen integrada, junto con la radiómica, la genómica y modelos predictivos, nos llevarán a una radioterapia verdaderamente personalizada», asevera. Y concluye: «La tendencia será clara: tratamientos más breves, más eficientes y ajustados a la biología de cada tumor».

En esta jornada dedicada a la oncología radioterápica, la doctora Elia del Cerro insiste en que cada sesión de tratamiento constituye «un acto de cuidado que integra ciencia, precisión y humanidad». Un mensaje que encapsula no solo el progreso técnico de esta especialidad, sino también el compromiso humano de quienes la ejercen cada día para «seguir salvando vidas y dando sentido al esfuerzo colectivo por mejorar la atención oncológica».