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28 de abril de 2024

La industria tabaquera libera 80 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.

La industria tabaquera libera 80 millones de toneladas de dióxido de carbono al añoGTRES

Medio ambiente

La desconocida huella medioambiental del consumo de tabaco

Además de los efectos perjudiciales sobre la salud, el tabaquismo tiene un terrible impacto sobre los recursos de nuestro planeta

Los profesionales médicos llevan años advirtiendo de los riesgos del tabaco y luchando por reducir su consumo, pero un informe de la OMS ha puesto de manifiesto los efectos perjudiciales de este hábito sobre el medio ambiente hasta el punto de tratarse de «una amenaza para el desarrollo humano en su conjunto».
Este organismo ha estudiado las distintas etapas en las que el tabaco ejerce un impacto en el medio ambiente, incluyendo el crecimiento y cultivo, fabricación, distribución, uso y eliminación de sus residuos. De hecho, libera 80 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
Durante su producción, los agricultores de tabaco y sus familias están expuestos a la enfermedad del tabaco verde, una intoxicación por la nicotina absorbida a través de la piel por la manipulación de las hojas de esta planta. Están expuestos también al polvo de tabaco y pesticidas químicos que se quedan atrapados en la ropa, extendiendo la contaminación a sus familiares.
Desde un punto de vista socioeconómico, los acuerdos contractuales de los agricultores les obligan a endeudarse para la compra de semillas y productos químicos, impidiendo su beneficio a pesar de ser la base de una de las industrias más lucrativas. Estos productos químicos, junto al uso de pesticidas y fertilizantes, reduce la capacidad de la tierra para reducir otros cultivos.
Respecto al uso de agua, un solo cigarrillo requiere el uso de 3,7 litros de agua a lo largo de su ciclo de vida, lo que supone 22.000 millones de toneladas de agua usadas en un año. Y eso sin contar cómo los residuos acaban en ríos o mares, aumentando su huella medioambiental.
Otro de los puntos que destaca el informe es el relativo a la deforestación y degradación de la tierra. Para hacer espacio para el cultivo del tabaco, se necesita despejar un terreno que, se calcula, es de un árbol por cada 300 cigarrillos. Así, supondría alrededor del 5 % de la deforestación total.
Por último, la fabricación y distribución de productos del tabaco son etapas dañinas para el medio ambiente con unas emisiones estimadas de carbono comparables a 3 millones de vuelos transatlánticos.

Limpieza a costa de los contribuyentes

Los costes de la limpieza de los derivados del tabaco recaen en los contribuyentes en lugar de la industria. Así, a China le cuesta cada año unos 2.600 millones de dólares mientras que en India llega a los 766 millones.
Países como España y Francia, siguiendo el principio de 'quien contamina paga', han implementado legislaciones de responsabilidad extendida obligando a la industria tabacalera de hacerse responsable de limpiar la contaminación que crea.
Por ello, la OMS insta a los países a seguir este ejemplo, así como a brindar apoyo a los cultivadores de tabaco para cambiar a cultivos sostenibles, implementar fuertes impuestos al tabaco –que también podrían incluir un impuesto ambiental– y ofrecer servicios de apoyo para ayudar a las personas a dejar el tabaco.
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