UNAD reclama mayor atención para los factores sociales que rodean a las adicciones
Drogadicción
«Hemos pasado de la alarma social de los 80 con la heroína a la invisibilidad en la actualidad»
Felisa Pérez, vicepresidenta de UNAD: «El paro y la vulnerabilidad influyen en la drogadicción»
Cuatro de cada cinco personas que demandan tratamiento por sus adicciones son hombres
Las mujeres evitan pedir ayuda por sentimiento de culpa
El perfil del adicto sigue siendo mayoritariamente masculino, aunque las mujeres que caen en las garras de la adicción, habitualmente el alcohol por delante de otras como cocaína o heroína, sufren además el «estigma» que pesa sobre ellas, lo que dificulta su acceso a los servicios de atención.
«El paro y la vulnerabilidad» son los factores sociales que rodean a las adicciones, asegura a El Debate Felisa Pérez, vicepresidenta de la UNAD, organización dedicada a la atención de personas con problemas de drogadicciones.
«Son gente con dificultades en su entorno, sobre todo en los barrios de las grandes ciudades», las más proclives a caer en el mundo de las drogas. Si bien la adolescencia es una edad clave, la invisibilidad se cierne sobre las personas mayores y adictas, un colectivo ya de por sí silenciado. «Un fuerte porcentaje de las atenciones se ha realizado con mayores de 50 años, es decir, una población con más posibilidades de quedar al margen del sistema laboral».
La UNAD ha presentado los resultados de su informe Perfil de las adicciones de 2021 realizado con la colaboración del Colegio Profesional de Ciencia Política, Sociología y Relaciones Internacionales de la Comunidad de Madrid sobre una muestra de más de 38.000 personas, que constituye la mayor recogida de datos dentro de este ámbito.
Cifras que no disminuyen
El perfil general responde una persona mayor de 34 años, cuyos estudios no superen la educación secundaria y que consuma varias sustancias, donde ganan por número de aparición la cocaína, el alcohol y la heroína. «Culturalmente, el arquetipo general sigue correspondiendo al varón porque actúa con mayor permisividad que da saltarte las normas sin pensar en las consecuencias», resume Pérez.
Hábitos y dependencias
Cuando la adicción nos atrapa: «El cerebro está hecho para ser adicto a casi todo»
Las cifras, a pesar de los planes de lucha contras las drogas, no han disminuido. «Hemos pasado de la alarma social de los 80 con la heroína a la invisibilidad más absoluta, cuando sigue habiendo las mismas personas o más que tienen problemas con las drogas». El informe constata que en 2021 la red UNAD, integrada por casi un centenar de asociaciones, atendió a 38.313 personas que demandaron ayuda para sus adicciones.
La adicción no solo impacta en la vida del adicto, sino también en la de sus familias y su entorno más próximo. La red UNAD atendió en 2021 a más de 8.500 familiares de personas con adicciones, de manera que dos de cada tres son mujeres y, por lo general, madres.
La heroína, por encima del cannabis
La presencia de heroína por encima del cannabis como una de las sustancias más consumidas se explica por el envejecimiento progresivo de la población con adicciones.
En el caso de las personas atendidas por primera vez en estos servicios, la mayoría son policonsumidoras. En el caso de las mujeres, la sustancia más consumida sigue siendo el alcohol y la edad de inicio entre los 14 y 17 años y la segunda sustancia más consumida, la cocaína.
En cuanto a las personas que pidieron ayuda por primera vez por adicciones sin sustancia, las tendencias de años anteriores se consolidan.
Las máquinas tragaperras y las de apuestas deportivas se mantienen como principal adicción presencial en hombres y el bingo y las tragaperras, en mujeres.
Los videojuegos son la segunda práctica más habitual en ambos sexos
En el caso de las personas atendidas por primera vez en estos servicios, la mayoría son policonsumidoras. En el caso de las mujeres, la sustancia más consumida sigue siendo el alcohol y la edad de inicio entre los 14 y 17 años y la segunda sustancia más consumida, la cocaína.
En cuanto a las personas que pidieron ayuda por primera vez por adicciones sin sustancia, las tendencias de años anteriores se consolidan.
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