Reunión de Puig con el CECOPI
El incendio de Bejís evoluciona favorablemente y los vecinos pueden volver a sus casas
Sobre el terreno continuan trabajando veintiún medios aéreos y cuatrocientos terrestres
El incendio de Bejís (Castellón) evoluciona «favorablemente», según informa el portavoz de los Bomberos de la provincia, Manolo Nicolás: «Las condiciones climatológicas que ha habido por la noche han sido positivas», informa.
Una temperatura no excesivamente alta y la humedad por debajo del veinte por ciento han permitido a los equipos de extinción luchar contra las llamas, al contrario de lo que sucedió días atrás, cuando los bomberos tuvieron que salir huyendo por un repentino y fuerte cambio en la dirección e intensidad del viento.
A lo largo del día se han producido «pequeñas reproducciones del fuego», pero han sido «apagadas rápidamente y no han sido significativas», señala Nicolás, que también destaca el «trabajo» de los efectivos.
En cuanto a cifras, el fuego en Castellón ha arrasado un perímetro de 140 kilómetros, afectando a una superficie total de veinte mil hectáreas, siendo el incendio más devastador en la última década en la Comunidad Valenciana.
La evolución favorable en la lucha contra las llamas ha permitido, según ha informado el servicio de Emergencias de la Generalitat Valenciana, que los vecinos desalojados a lo largo de los peores días del incendio puedan volver a sus domicilios.
Así, el Consell ha autorizado el regreso de los habitantes de los municipios de Sacanet, Canales, Teresa, algunas masías diseminadas de Altura, así como el camping de Viver.
Del mismo modo, el Consell ha informado de que ha «decaído» la perimetración de las localidades de Osset, La Pobleta y Artaj, que fueron confinadas el viernes.
Al no estar todavía controlado y extinguido el fuego, sobre el terreno continúan trabajando los equipos de extinción. Concretamente, tal como detalla Nicolás, se encuentran en la zona «veintiún medios aéreos y cuatrocientos terrestres».
Sobre el pronóstico acerca de la evolución del incendio, Nicolás es optimista, aunque advierte de que las horas centrales del día son «las más peligrosas por la temperatura y la humedad».
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