Alumnos de un instituto de Sevilla
Educación
Las 'perlas' del nuevo libro de Lengua: eslóganes de Igualdad, jerga inclusiva y recortes de 'El País'
El manual de Lengua Castellana y Literatura propuesto por la LOMLOE para primero de Bachillerato promete emociones: «¿Desdoblar el lenguaje ayuda a la igualdad?»
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Iker Jiménez critica el uso del lenguaje inclusivo: «Cuando la idiocia entra en la neurona, no tiene freno»
Página 4 del libro de Lengua Castellana y Literatura de Primero de Bachillerato. Tema 1. El sustantivo y el adjetivo. «¿Cuál es el femenino de portavoz? ¿Y de miembros?»; «¿qué es el lenguaje inclusivo?»; «¿desdoblar el lenguaje ayuda a la igualdad entre hombres y mujeres?».
Avanzamos en el manual, que será el que utilicen los estudiantes en el primer curso de Bachillerato tras la aprobación de la LOMLOE. Página 49. Estamos en el tema de los determinantes y los pronombres. Para estudiarlo, el comentario de texto propuesto es un artículo de El País de Jesús Ruiz Mantilla que se titula Los académicos y las académicas discuten sobre sexismo lingüístico.
En efecto. «La filóloga Inés Fernández-Ordoñez –recoge el texto– los pone de manifiesto: 'Existen numerosos colectivos que consideran al masculino un modo no inclusivo. Entre ellos, algunos proponen soluciones que no coinciden con los usos clásicos del español. Por ejemplo, utilizar un término neutro como profesorado en vez de profesores».
«¿Cuál es el femenino de portavoz? ¿Y de miembros?»; «¿qué es el lenguaje inclusivo?»; «¿desdoblar el lenguaje ayuda a la igualdad entre hombres y mujeres?»
Eslóganes y campañas contra el machismo
En los márgenes izquierdo y derecho de la obra, se ponen ejemplos para pensar el tema propuesto. Cuando toca hablar del verbo, nos encontramos un eslogan de una campaña contra la violencia machista del Instituto Canario de Igualdad del Gobierno de Canarias: «¿Qué tipo de verbo es controlar: de acción, de proceso o de estado?», se pregunta a los estudiantes. La campaña, con el lema Elige la igualdad, muestra a un chico que afirma: «Yo nunca controlaría el Instagram de mi chica».
En la página 112 aparece el Ministerio de Igualdad. «No la trates como objeto y luego le hables de amor. No confundas pasión con posesión». Y es que a esta altura se está estudiando la oración. Por ello es preciso preguntar «¿qué tipo de coordenadas conforman el eslogan?», como actividad a realizar.
El diario progresista El País parece gustar a los editores, o quizás estos buscan que guste al Gobierno. En la página 173, para el tema Formas de organización textual. Los medios de comunicación, se proponen dos columnas, una de Manuel Vicent, y otra de Elvira Lindo, ambos firmas reconocidas del mencionado periódico.
En definitiva, ideología para nada encubierta entre las páginas de los alumnos de Bachillerato, por obra y gracia de Isabel Celaá y Pilar Alegría, las dos últimas ocupantes del Ministerio de Educación.
Currículos nacidos del fanatismo
La aprobación de los decretos curriculares de la LOMLOE levantaron una importante polémica por la alta carga ideológica que mostraban.
Estos textos, que desarrollan los contenidos mínimos que tendrán que estudiar los alumnos en cada ciclo, fueron especialmente polémicos por su alta carga ideológica. Por ejemplo, mientras que en ESO la asignatura de Historia se enfocaba desde un punto de vista «menos academicista» que dejaba al libre albedrío de los docentes la enseñanza de la Reconquista o el Descubrimiento de América, el Gobierno era, por el contrario, demasiado preciso para Bachillerato.
Así, en Historia de España, asignatura común para 2º de Bachillerato, el currículo establece que los alumnos deberán «emplear el rigor metodológico» en el estudio de las «grandes reformas estructurales» de la II República, «identificando sus logros y las reacciones antidemocráticas que se produjeron y que derivaron en el golpe de Estado de 1936» y adentrarse en el «marco conceptual del estudio de los sistemas totalitarios» a través de la «interpretación de la evolución del Franquismo».
Además, los textos de todos los ciclos están repletos de referencias a la «perspectiva de género» y demás retórica feminista radical como «matemáticas socioafectivas», «empoderamiento –del alumno– como agente de cambio ecosocial» o una Educación Física «sin estereotipos de género».