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26 de abril de 2024

Nick Underwood

Nick Underwood en el avión@TheAstroNick

Los impactantes vídeos de un piloto dentro del huracán Ian: «Fue el vuelo más duro de mi carrera»

Al menos 77 personas han perdido la vida desde que el fenómeno meteorológico tocó tierra con categoría 4 en Florida

El pasado miércoles el huracán Ian, uno de los más peligrosos hasta la fecha según fuentes oficiales, tocó tierra con categoría cuatro en Florida causando innumerables inundaciones, daños materiales y personales. Durante esos días el cazador de huracanes e ingeniero aeroespacial Nick Underwood se adentró con su equipo a la tormenta.
Al llegar a tierra, el ingeniero aseguró que el vuelo fue sin duda «el más difícil» en el que ha estado: «Había muchísimas turbulencias, tanto hacia arriba como hacia abajo. Y la turbulencia lateral, que sinceramente es la parte más inquietante, nunca había visto algo parecido».
«Otra cosa que me llamó la atención fue la cantidad de rayos. Volamos de noche, pero una vez entramos en el ojo de la tormenta, en mis fotos parece que es de día», relata Underwood, que ha estado en 76 vuelos en apenas seis años y se ha adentrado en 22 grandes tormentas.
Los cazadores de huracanes son personas que se adentran en el ojo del huracán para investigar, analizar y obtener detalles del fenómeno meteorológico en el momento. En esta última misión han sido los investigadores de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) los que han conocido a Ian más de cerca.
Ian ha sido el huracán más fuerte en los últimos 100 años. Al menos 77 personas han muerto por el impacto que ha tenido sobre la tierra. «Cuando digo que este fue el vuelo más duro de mi carrera hasta ahora, lo digo en serio. Nunca había visto las literas salir así. Había café por todas partes. Nunca había sentido tal movimiento lateral», explicaba en su cuenta de Twitter el aspirante a astronauta, y ha asegurado que «cuando vuelas hacia un huracán, también tienes que volar de regreso. Eso significa atravesar el ojo de la tormenta».
El objetivo de estas misiones tan complicadas y arriesgadas es medir temperatura, humedad, presión de aire y dirección del viento, por lo que tienen que seguir todo el tiempo el ojo del huracán. Para ello utilizan una especie de cilindro que contiene sondas de medición. Una vez llega al centro del huracán comienza a evaluarlo. Cuando reciben la información de las sondas se las mandan al Centro Nacional de Huracanes.
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