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27 de abril de 2024

Los médicos se han mostrado muy críticos con el registro de objetores del Gobierno.

Los médicos se han mostrado muy críticos con el registro de objetores del GobiernoLu Tolstova

Los médicos, contra las 'listas negras' de objetores en la eutanasia: «Tenemos temor a ser señalados»

Castilla-La Mancha dará luz verde el próximo mes de febrero a la creación de un registro de facultativos reacios a practicar la eutanasia

El Gobierno de España no parará hasta que consiga señalar con el dedo a todos aquellos médicos que no practiquen eutanasias en los hospitales. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, reconoció «orgullosa» el pasado octubre que, desde la aprobación de la ley que permite la muerte voluntaria en nuestro país hasta el primer semestre de 2022, se habían producido «en torno» a 180 muertes. Es decir, una al día.
Al igual que pasó con la ley aborto, Sanidad, creó un registro de profesionales sanitarios objetores de conciencia para «ayudar a morir» y señalar con el dedo a aquellos facultativos que no quieran practicar la eutanasia por «principios éticos».
La objeción de conciencia es un Derecho Fundamental recogido en la Constitución Española. Además, el Tribunal Constitucional dictó que este acto, precisamente por ser un Derecho Fundamental, no admite legislación alguna que venga a acotarlo o restringirlo. La reacción a esta norma entre el colectivo médico es de «preocupación», incluso «temor». Así lo sostiene Manuel Martínez Sellés, cardiólogo, catedrático universitario y presidente del Colegio de Médicos de Madrid.
El código deontológico médico vigente garantiza la objeción de conciencia para que «los médicos puedan ejercer su profesión» con plena libertad y decidan basándose en su ética. El Comité de Bioética, en un informe publicado el pasado junio, declaró la «fundamental inviolabilidad» de este derecho, remarca el presidente de los médicos madrileños.
Esta norma también afecta a los pacientes. Una persona enferma «siempre quiere» que el médico que le atiende actúe siempre «en conciencia, sin coacciones implícitas o explícitas». Esta práctica crea un vínculo entre doctor y paciente, por lo que queda garantizado que el facultativo siempre va a hacer «lo mejor para su paciente», precisa Martínez-Selles. El impacto de las 'listas negras' dañará carreras profesionales.
Uno de los aspectos más críticos es el carácter intimidatorio de las listas. Sanidad, con tal de que «los médicos no sean objetores» podrá generar plazas en hospitales públicos para todos aquellos que rechacen la medida. Aunque el Ministerio asegure que la confidencialidad está garantizada, bastaría un cambio en el Gobierno autonómico para que la lista «pasara a otro partido», apunta el doctor madrileño.

Al igual que no se conocen los datos exactos de eutanasias tampoco se sabe el total de objetores de conciencia

Chano Vidán, presidente del Colegio de Médicos de La Coruña, confirma que la objeción de conciencia es una opinión individual. La mayor parte de los médicos tienen «temor a ser señalados» o a que se les limite a ser nombrados en algún cargo o ascender por apoyarse en su Derecho Fundamental.

Registro de objetores en Castilla-La Mancha

La comunidad autónoma castellano-manchega se suma a la imposición del Gobierno central y dará luz verde este próximo mes de febrero a la creación de un registro de médicos objetores para practicar la eutanasia. Hasta la fecha, se han registrado 21 solicitudes para morir y han fallecido ocho personas desde que entró en vigor la ley.
El decreto tiene por objeto crear y regular el registro de objetores de conciencia a realizar la eutanasia. Se deberá aplicar a todos los profesionales sanitarios que presten sus servicios en Castilla-La Mancha, tanto en el ámbito público como privado. Cada profesional sanitario que por razones de conciencia no desee ejecutar dicha intervención deberá presentar con carácter previo una declaración escrita de objeción de conciencia.
El Registro servirá para marcar a los profesionales sanitarios y «facilitar la necesaria información» a la Administración sanitaria de la comunidad autónoma y a las personas responsables de los centros sanitarios en los que se efectúe la prestación de ayuda para morir, asegura la comunidad.

Sin datos claros

Al igual que no se conocen los datos exactos de eutanasias, tampoco se sabe el total de objetores de conciencia. Las únicas comunidades autónomas que tienen datos son Madrid (2.820 objetores), Andalucía (523), Cataluña (168), Castilla y León (644) y Murcia (90). Del resto de comunidades no se saben los datos.
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