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20 de mayo de 2024

Persona ciega cruzando la calle

Persona ciega cruzando la calleGTRES

Sanidad autoriza un nuevo fármaco para tratar las enfermedades que causan ceguera

Esta innovadora terapia ha revolucionado el mundo científico y sanitario, ya que podría implicar menos inyecciones en el ojo a lo largo del tiempo

El Ministerio de Sanidad, dirigido por José Manuel Miñones, ha dado luz verde al primer fármaco, Faricimab de la empresa de biotecnología Roche, para tratar la Degeneración Muscular Asociada a la Edad neovascular (DMAEn), una enfermedad ocular que nubla la visión central, y la alteración visual debida al Edema Macular Diabético (EMD), una complicación de la diabetes que afecta al 7 % de las personas que conviven con esta patología.
Según ha informado la empresa, el Faricimab es el primer anticuerpo humanizado biespecífico para el ojo que se dirige a dos vías distintas de señalización implicadas en la DMAEn y el EMD. Los estudios fase III que se han realizado han mostrado que, a los dos años, casi un 80 % de los pacientes tratados con este fármaco en ambas patologías pudieron extender el intervalo de tratamiento a cada tres o cuatro meses y más del 60 % a cada cuatro meses manteniendo su enfermedad controlada.
Esta innovadora terapia ha revolucionado el mundo científico y sanitario, ya que podría implicar menos inyecciones en el ojo a lo largo del tiempo, mientras mejora y mantiene la visión y la anatomía, por lo que podría ofrecer esquemas de tratamiento con menor carga para las personas, sus cuidadores y los sistemas sanitarios.
La doctora Marta S. Figueroa, directora médica de la Unidad de Retina de la Clínica Baviera y responsable de la Unidad de Retina del Hospital Ramón y Cajal, ha explicado que muchas personas con DMAEn y EMD «tienen dificultad para mantener el esquema de inyecciones intraoculares y las visitas al médico frecuentes». Por ello, si consiguen espaciar el tiempo entre inyecciones podrían «ayudar a liberar la saturación que sufre actualmente el sistema sanitario».
Por su parte, el doctor Alfredo García Layana, director del Servicio de Oftalmología de la Clínica Universitaria de Navarra, añade que acudir a revisiones continuas y necesitar inyecciones con frecuencia supone «una carga para el paciente» e implica «un consumo importante de recursos sanitarios». Todo ello es una barrera para el control óptimo de la enfermedad. Por lo que incorporar fármacos que actúen sobre otras vías relacionadas con la fisiopatología de la DMAEn y el EMD, «podría aumentar la durabilidad, reduciendo la carga del tratamiento».
Doctora Beatriz Pérez Sanz; el doctor Alfredo García Layana; la doctora Marta S. Figueroa y Federico Plaza.

Doctora Beatriz Pérez Sanz; el doctor Alfredo García Layana; la doctora Marta S. Figueroa y Federico PlazaRoche

Para la doctora Beatriz Pérez Sanz, directora médico de Roche Farma España, «espaciar el intervalo de tratamiento es algo fundamental» por la cantidad de veces que tienen que acudir estas personas a la consulta. Además, asegura que la disponibilidad de Faricimab en España «es el resultado de años de investigación pionera», en la que han tenido una gran implicación los profesionales sanitarios, en este caso de los oftalmólogos.

Estudios

La aprobación de Faricimab se basó en los resultados de cuatro estudios fase III en las dos indicaciones, en los que participaron 3.220 pacientes, y en los que participaron una veintena de centros españoles.
Los estudios demostraron que casi un 80 % de los pacientes tratados con este tratamiento en ambas patologías alcanzan un intervalo de tratamiento de cada tres o cuatro meses manteniendo su enfermedad controlada en cuanto a resultados de agudeza visual y anatómicos. En todos los ensayos se mostró un perfil beneficio riesgo favorable.
Según esta empresa de biotecnología, en muchos casos son enfermedades difíciles de tratar, teniendo en cuenta que la forma en que se desarrollan y progresan varía de una persona a otra. «Una detección precoz y un correcto diagnóstico, así como iniciar el tratamiento lo antes posible son esenciales para poder lograr y mantener los beneficios funcionales», concluyó.
Respecto a su seguimiento, la doctora S. Figueroa comentó que «aunque su detección está muy estandarizada a través de la Tomografía de Coherencia Óptica, una herramienta esencial para su diagnóstico, así como para el seguimiento y evaluación de la respuesta al tratamiento, se trata de enfermedades crónicas, en las que se requieren revisiones periódicas y, muchas veces, tratamientos continuos. Lo cual genera una gran carga asistencial».

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